El mundo al borde de la extinción

Limitar el calentamiento global en medio grado centígrado reducirá el clima extremo y la pérdida de especies 

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Si se quiere que la temperatura de la Tierra no suba más de 1.5 grados centígrados, hay que adoptar cambios rápidos y sin precedentes en la forma en que la gente usa la energía para comer, viajar y vivir, o nos arriesgamos a sufrir un clima aún más extremo y la pérdida de especies, dijo ayer un reporte de la ONU.

Limitar el aumento de la temperatura promedio global a 1.5 grados por encima de los niveles preindustriales, en lugar de cumplir con la meta de 2 grados acordada en el Acuerdo de París de 2015, tendría “claros beneficios para la gente y los ecosistemas naturales”, dijo el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

El informe, presentado en Corea del Sur, advierte que los efectos para ecosistemas y la vida en el planeta serán mucho menos catastróficos si se logra mantener esta barrera más ambiciosa.

Las emisiones de gases contaminantes de origen humano ya han elevado la temperatura media del planeta en torno a 1 grado con respecto a antes de la revolución industrial en el siglo XIX y transformando la vida en el planeta, según recordó el presidente del IPCC, Hoesung Lee, en la presentación del informe.

“Mantener el calentamiento global en un nivel inferior a 1.5 grados en vez de 2 será muy difícil, pero no imposible”, añadió Lee.

Con ello se evitaría una mayor extinción de especies y, por ejemplo, la destrucción total del coral, básico para el ecosistema marino, o reduciría el aumento del nivel del mar en 10 centímetros para 2100, salvando zonas costeras y litorales.

Superar el límite de 1.5 grados depararía un mayor incremento del calor extremo, las lluvias torrenciales y la probabilidad de sequías, algo que tendrá un efecto directo sobre la producción de alimentos, sobre todo en el Mediterráneo, Asia o Latinoamérica.

También afectará la salud, suministros de agua y crecimiento económico, con un impacto especialmente negativo sobre las poblaciones más pobres y vulnerables del planeta, dice el texto, que cuenta con seis mil referencias científicas y es firmado por 91 expertos de 40 países.

Acciones a tomar

Esta masiva reducción necesaria de emisiones demandará una “transición rápida y de gran alcance en materia de energía, uso de suelos, transportes, construcción y sistemas industriales”, un movimiento “sin precedentes”, ya que implica a todos esos sectores a la vez.

Las energías renovables deberían pasar de 20% a 70% de la producción eléctrica hacia 2050, la parte de carbón debería casi desaparecer, la demanda de energía debería bajar y la eficacia energética, aumentar.

La industria deberá reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) entre 75 y 90% para 2050 en relación a 2010 (comparado al 50 a 80% con 2ºC), el transporte debería pasar a utilizar energías bajas en carbono (35-65% en 2050 contra menos de 5% en 2020).

Según el informe, se necesitarán inversiones anuales de 2.4 billones de dólares entre 2016 y 2035 para la transformación de los sistemas energéticos, esto es 2.5% del PIB mundial.

El costo de no hacer nada es aún mayor, señalan los científicos en el informe.