Un día te levanta con la firme convicción de hacer cambios en tu vida para sentirte y verte mejor, o quizá estas organizándote para “el lunes” iniciar con tus buenos hábitos, hacer “la dieta” (por llamarlo de una manera o de la manera en que socialmente lo conocemos).
Comienzas a leer artículos que te ayudaran a fortalecer tus pasos en ese andar, optas por lugares de comida más amigables, más conscientes, ¡a lo mejor hasta empezaste a ir al gimnasio o simplemente salir a caminar!
Todo va bien en el día 1, día 2, día 3 hasta que llega un día en que “la costumbre”, ¡“el habito” te hacen recordar o caer en una tentación y con fuerza de voluntad tratas de superarlo y retomar el camino que te habías marcado como meta!
Es en esos días cuando las invitaciones los compromisos llueven, un cumpleaños, una comida especial o tan solo un fin de semana con amigos y llega la tentación la cual estas decidido a vencer. O bien a ceder hasta el punto en que no comprometa el camino que llevas recorrido.
Pero qué pasa cuando además de lidiar con tu “YO”, con tus miedos, con tus creencias limitantes. Tienes que hacerlo con las “presión social” de la quienes están en tu entorno.
Y es que la idea no es aislarse de la sociedad, dejar las amistades, dejar los eventos familiares, ¿pero como hacer para sobre llevar la presión social cuando estás trabajando en cambiar tus hábitos por unos más conscientes y amigables para tu cuerpo?
Sin duda es aquí donde debemos ser aún más conscientes de los motivos y razones por las cuales hemos decidido hacer cambios y ser aún más conscientes que los responsables de nuestra, de “MI SALUD” soy yo.
La sanidad es un regalo, pero la salud es una recompensa por la que hay que ir todos los días (Dante Gebel).
Es importante ser tolerantes antes la inconsciencia de quienes ejercen presión social sobre alguien. Has escuchado frases como:
“De algo me tengo que morir”
“Una no es ninguna”
“al cabo que es light”
“ay que darle gusto al paladar”
“aunque comas bien, tomes agua y hagas ejercicio de todas maneras morirás”
Nuestro cuerpo es el vehículo por el cual nos conduciremos por esta vida, no hay otro, ¡este es el que nos acompañara a disfrutar las experiencias o también es que nos requerirá cuidados INNECESARIOS si no tomamos consciencia de sus necesidades!
Cuando pases por presión social no caigas en tristeza, desanimo, no retrocedas. Sé paciente, tolerante, solidario pues un día tú mismo probablemente dijiste o pensaste esas mismas frases pero no las meditaste.
¡O si tú eres de quienes hacen o hicieron presión social sobre alguien, toma en cuenta su esfuerzo por mínimo que te parezca!
Una sugerencia cuando haces cambios en tu alimentación o estas en un protocolo de alimentación consciente es acompañarte de algún familiar o amigo que también le “lata” hacer un cambio para echarse porras mutuamente para hacerse acompañar, para ver ideas nuevas. ¡O bien permitir la asesoría de algún Coach en Alimentación que te de herramientas y sugerencia que te acorten “la curva de aprendizaje” y que te hagan ir alcanzando los objetivos planeados!
Consiéntete y date la oportunidad de experimentar lo bien que se siente tu cuerpo al hacer cambios en tu alimentación, claridad en tus pensamientos, enfoque en tus ideas, ¡¡¡mejoro en tu economía y más!!!
¡Con cariño te lo comparto!
Laura Ramírez Ruiz
Coach Alimentación Consciente
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