Sin las herramientas adecuadas, en un universo multi dimensional como el que habitamos, es prácticamente imposible acertar con precisión el resultado de las elecciones del 24.
Sin embargo, con la ayuda de la ciencia de la prospectiva, podemos tener mucha claridad al respecto, pues se van reduciendo las variables y conforme avanza el tiempo, van revelándose las deducciones.
Aventurarse a una batalla electoral, a tientas y locas, sin visión, sin estrategia, es ir al sacrificio irremediablemente.
Y a estas alturas del arranque puedo asegurar que todo está decidido.
Se agotó el tiempo para guardar pertrechos, para comprar misiles, para organizarse.
Les anticipo que no habrá un combate entre dos fuerzas políticas.
Sólo una escaramuza folclórica, en la que a base de improperios, denuncias fake y alharaca, tratarán inútilmente de descarrilar el proyecto electoral de la 4T.
Los morenos ya no se distraen con eso.
Van ya en la última fase del proceso… llevar los votos a las urnas.
Los famosos comités de defensa son eso, la movilización territorial del morenaje.
No habrá CAMPAÑA. Solo el paseo de la candidata por todo el país.
“En el terreno”, los ungidos como candidatos, se encargarán de llevar los votos a las urnas.
Dependerá mucho de su capacidad, recursos personales y ¡hambre! por el triunfo, ganar cada quien su distrito, o su alcaldía.
La alianza transgénero no tiene defensa, andan distraídos en pensar cómo sería la campaña ideal para ganar.
Sueño interminable.
El peso de la obra presidencial que se dará a conocer a partir de diciembre, los apoyos del Bienestar, las becas, aplastarán cualquier argumento en contra, para obtener el voto.
Esto que escribo, lo saben bien desde hace rato los líderes de la alianza VA POR MÉXICO.
Sin embargo, no hay manera de recuperar un poco de terreno argumental, se les fue el tiempo.
Solo resta protegerse bajo el manto de las pluris. ¡Sálvese quien pueda!
CARTAPACIO
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