El programa, creado a raíz de los ataques del 11 de septiembre de 2001, caducará a fin de mes a menos que el Congreso lo reautorice. Pero tanto demócratas como republicanos son renuentes a renovar el programa en su forma actual
El director del FBI, Christopher Wray, pidió este jueves la reautorización de una herramienta de espionaje del gobierno que caducará a fin de año, y aseguró a los senadores que la caducidad del programa tendría consecuencias “desastrosas” para la seguridad pública.
Se trata de la Sección 702 de la Ley de Inteligencia Extranjera, que permite al gobierno estadounidense espiar sin orden judicial las comunicaciones de extranjeros fuera de Estados Unidos.
El programa, creado a raíz de los ataques del 11 de septiembre de 2001, caducará a fin de mes a menos que el Congreso lo reautorice. Pero tanto demócratas como republicanos son renuentes a renoval el programa en su forma actual y recomiendan una serie de reformas, algunas de las cuales compiten entre sí y buscarán apoyo en las próximas semanas.
El hecho de que Wray dedicara una parte extensa de su declaración a la Comisión Judicial del Senado destaca la importancia que tiene el asunto para el FBI, sobre todo en momentos en que la guerra entre Israel y Hamas ha elevado los temores de violencia extremista en territorio estadounidense y elevado las amenazas a un “nuevo nivel” desde el ataque del grupo armado palestino el 7 de octubre.
Wray dijo que la autorización es indispensable porque la “702 nos permite adelantarnos a los actores extranjeros situados fuera de Estados Unidos que significan una amenaza a la seguridad nacional”.
“Y la expiración de nuestras autorizaciones 702 sería desastrosa para la capacidad del FBI para proteger a los estadounidenses de esas amenazas”.
Wray, que asumió como director en 2017, dijo que la singularidad del clima actual se debe a que “tantas amenazas se elevan al mismo tiempo”.
El programa 702 está bajo observación desde que el año pasado se reveló que analistas del FBI utilizaron indebidamente la base de datos de inteligencia para obtener información sobre personas vinculadas con la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio y las protestas por la injusticia racial de 2020.