Canserbero fue un rapero, cantante, compositor y activista social venezolano que dejó un legado imborrable antes de su trágica muerte en 2015
En el vertiginoso mundo del rap, donde las rimas son el arma y la lírica es el escudo, surgen artistas que trascienden las fronteras de la música para convertirse en voces de la calle, en poetas de la realidad cruda que se vive en los barrios marginales.
Uno de esos exponentes inolvidables fue Canserbero, un rapero, cantante, compositor y activista social venezolano que dejó un legado imborrable antes de su trágica muerte en 2015. Vamos a adentrarnos en la vida de este artista, su impacto en el hip-hop hispano y la profundidad de sus letras.
¿Quién fue Tyrone José González Orama, conocido como Canserbero?
Tyrone José González Orama, conocido como Canserbero, nació el 11 de marzo de 1988 en Caracas, Venezuela, en una familia humilde. A los cuatro años, se mudó a Palo Negro, donde desarrolló su infancia y adolescencia.
La música se convirtió en un vínculo especial con su padre, José Rafael González, quien compartía con él los sonidos de bandas de rock icónicas como The Beatles, The Who y Queen. Sin embargo, la vida de Canserbero se vio marcada a los 9 años por la trágica muerte de su madre, un suceso que dejó una huella imborrable en su alma.
El nacimiento de Canserbero: entre mitología y realidad
A la temprana edad de 11 años, Canserbero se refugió en la música, adoptando el sobrenombre que lo acompañaría toda su carrera. Inspirado en la mitología griega y en Cerbero, el perro guardián del inframundo, Canserbero simbolizaba la dualidad de su ser. Junto a Blackamikase y Afromak, formó la banda Códigos de Barrio en 1999, grabando tres temas que, debido a limitaciones económicas, no pudieron ver la luz.
El año 2000 trajo consigo otra tragedia para Canserbero: el asesinato de su medio hermano. Este dolor profundo se reflejó en su música, que comenzó a ser influenciada por géneros críticos como el hard rock y el hip-hop de finales de los 90. Durante sus años de estudio, se unió a Lil Supa en el proyecto “Basyco, Base y Contenido”, marcando el comienzo de su participación en la escena del rap consciente.
Ascenso a la fama: Vida y Muerte y el Reconocimiento
En 2010, Canserbero lanzó su primer álbum en solitario, “Vida”, junto a su amigo y productor KPU. Este trabajo le valió el premio al Mejor Artista Hip-Hop en los Premios Dixtorxión y consolidó su renombre en Latinoamérica. Con 17 temas que abordaban la protesta social, el amor y la religión, “Vida” dejó una marca indeleble en el rap consciente. Clásicos como “Mucho Gusto” y “Pensando en ti” aún resuenan en los corazones de sus seguidores.
En 2012, Canserbero lanzó su segundo álbum, “Muerte”, una continuación conceptual de su debut. Con 14 canciones, exploró temas como la muerte, la violencia y el desamor. Sus letras, impregnadas de críticas a la situación social de Venezuela, resonaron fuertemente. Canciones como “Llovía” y “Un día en el barrio” ofrecían una visión cruda de la realidad, cuestionando la violencia y la corrupción en su país.
El Poeta de la Muerte: Legado y Misterio
Canserbero, apodado “el poeta de la muerte”, se destacaba por su sinceridad y curiosidad intelectual. Sus letras, como en “Es Épico”, narraban viajes al inframundo y referencias a la mitología. Para él, la muerte era una vida invertida, un tema recurrente que exploró en sus discos.
La mañana del 20 de enero de 2015, la noticia de la muerte de Canserbero conmocionó a sus seguidores. Oficialmente, se declaró que sufrió esquizofrenia y apuñaló a su amigo Carlos Molnar antes de lanzarse al vacío. Sin embargo, la versión oficial fue disputada por sus amigos y familiares. A día de hoy, los detalles de su muerte siguen siendo confusos, pero su legado perdura.
Natalia Amesca, ex manager del rapero confiesa haberlo asesinado
A pocos días de que acabe el año, este martes, la exmánager de Tirone José González Orama, mejor conocido como Canserbero confesó haber asesinado al rapero venezolano y a su esposo, Carlos Molnar.
Natalia Améstica dio su testimonio ante la Fiscalía del Ministerio Público de Venezuela en el cual reveló detalles del cruento asesinato de Canserbero y Carlos Molnar. La mujer comenzó explicando que esa noche los niños se quedaron con su abuela para proceder con el plan.
Se dio la oportunidad de yo hacerles un té, en ese té coloqué Alpram (…) ellos bebieron unas tazas cada uno y en el momento de quedar somnolientos yo estaba en la cocina preparando la cena y al llegar Carlos vi cómo estaba y lo ataqué directamente al cuello, Carlos cae al piso, lo ataqué por la espalda y por el brazo”