El productor ejecutivo del reality musical American Idol, Nigel Lythgoe, fue acusado de agresión sexual por Paula Abdul, jueza del show en un periodo de 2002 a 2009, reportó People.
En el expediente entregado al Tribunal Superior de Los Ángeles dijo que los abusos comenzaron en el albor de la emisión, tras una audición regional en la que fue atacada por Lythgoe en un elevador, donde tocó sus senos, genitales e intentó besarla a fuerza. El ejecutivo no ha dado su posición.
De acuerdo a la información revelada por la actriz, cantante y también bailarina, el productor la empujó contra una pared del elevador en un hotel que no ha sido dado a conocer hasta ahora. Tras las agresiones, la cantante empujó al productor y corrió hacia su habitación.
Una segunda agresión, según narró Abdul, sucedió durante su participación como jurado del show “So You Think You Can Dance”. En aquella ocasión, el productor estadunidense invitó a Abdul a su casa bajo el pretexto de un encuentro profesional.
Por lo anterior, la intérprete de “Rush Rush” asistió al encuentro en la residencia de Lythgoe. Sin embargo, volvió a agredirla al colocarse por encima de ella mientras Abdul estaba sentada en un sillón. Luego de la acción, Nigel intentó besarla y le mencionó que harían una “gran pareja poderosa”. Tras este hecho, Paula empujó al producto y salió de la residencia hacia su propio hogar, según documentos judiciales.
En la demanda, Abdul plantea otras acusaciones al magnate de la industria del entretenimiento, incluido que Lythgoe una vez la llamó para burlarse de ella y dijo que habían pasado “siete años y el plazo de prescripción había ocurrido” para las supuestas agresiones.
La demanda alega que la estrella de 61 años también fue testigo de cómo Lythgoe agredió a una de sus asistentes en “So You Think You Can Dance”.
La demanda se presentó días antes de la fecha límite de expiración del 31 de diciembre establecida en virtud de la Ley de Responsabilidad por Encubrimiento y Abuso Sexual de California. La legislación permite a las personas presentar ciertas demandas por abuso sexual que de otro modo habrían quedado fuera del plazo de prescripción.
