Este 20 de noviembre se cumplen 108 años de una gesta social, como algunas otras en nuestro México. Una lucha como muchas otras fraguadas en la sociedad, tratando de buscar cambios políticos y económicos.
Mucho se ha escrito sobre la Revolución Mexicana, reconociendo que la historia la escriben los ganadores. Ha más de un siglo de ese evento en el que perdieron la vida, miles de mexicanos. Hoy acabamos de llevar a cabo otra gesta social. Si el pasado primer domingo de julio, la sociedad mexicana, se desbordó en las urnas, buscando un cambio social. Cansados del hartazgo de corrupción, pobreza y violencia, millones de mexicanos sufragaron en favor de Andrés Manuel López Obrador en busca de un cambio. Sin embargo, las historias se repiten, nada es eterno.
El nuevo reto para esta sociedad será el cumplimiento de las muchas ofertas de campaña, vertidas por López Obrador. Y lo señalamos así, como retos, porque difícilmente en seis años habrá el cambio ofertado. La corrupción difícilmente se abatirá, cuando en nuestra sociedad es una anticultura. Lo mismo la violencia desmedida en el territorio que de alguna forma va de la mano con la corrupción. Y qué decir de la pobreza, cuando la mitad de la sociedad mexicana está en ese rango.
Para verdaderamente lograr un cambio, se requiere de una sociedad participativa, educada, sensible y esos elementos a 108 años de la última gesta revolucionaria, no se han obtenido. Concluyó que seguiremos esperando un cambio. Algún día alguien me comentó tan bien la reversa es cambio.
Hasta la próxima. José Luis Rodríguez Chávez. El guerrillero urbano.