Iba a llevar paz y lo matan a flechazos

El estadunidense John Allen Chau, de 27 años, muere a manos de la etnia india de los sentinelenses, considerada una de las más aisladas y hostiles del mundo

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Un misionero cristiano estadunidense que pretendía evangelizar a miembros de una de las tribus más aisladas y hostiles del mundo terminó muerto a flechazos, informaron hoy diversos medios internacionales.

John Allen Chau, de 27 años, fue víctima de la etnia india de los sentinelenses, considerada de las más hermética del mundo debido a la animadversión de sus integrantes con el mundo exterior.

De acuerdo con el reporte de las autoridades, Chau se las arregló con pescadores locales para llegar a la isla Sentinel del Norte, hogar de los sentinelenses, con la intención de ‘convertir’ a la comunidad, pero fue asesinado por ellos.

La isla de Centinela Norte es un área prohibida, la entrada en esta isla está restringida bajo la regulación para la Protección de las Tribus Aborígenes, nadie tiene permitido ir allí”, explicó Jatin Narwal, portavoz de la Policía de Andamán, en la Bahía de Bengala.

Los pescadores que llevaron al estadunidense a la isla informaron a un “amigo local” de la víctima, quien a su vez alertó a las autoridades, precisó el vocero policial.

La policía realizó entonces una investigación que determinó que Chau -a quien la organización International Christian Concern identifica como misionero- murió a manos de los aborígenes, si bien por el momento desconocen la manera en la que pereció, aunque según medios locales la víctima falleció por el impacto de flechas poco después de tocar tierra.

La policía india ha notificado el arresto de al menos siete personas por ayudar al turista con sus planes.

MISTERIOSOS Y AGRESIVOS

Muy poco se sabe de los sentinelenses debido a su hermetismo y hostilidad.

Datos verificados sobre ellos dan cuenta de que son una comunidad de recolectores y cazadores anclados en el pasado remoto, gozan de buena salud, se comunican con un idioma propio y suelen matar a quienes se les acercan.

Según National Geographic, estos aborígenes descienden de africanos y desde hace unos 60 mil años habitan la isla Sentinel del Norte, que tiene apenas 60 kilómetros cuadrados e integra el archipiélago Andamán, ubicado en el Golfo de Bengala, en el Océano Índico.

En 1974, una misión de expertos convocada por National Geographic para hacer el documental “Man in Search of Man” (“Hombre buscando al hombre”) fue corrida a flechazos de la zona, pese a que contaban con custodia policial.

Las autoridades de India, cuyo gobierno fijó en 2017 penas de hasta 3 años de cárcel para quien saque fotos o filme a los aborígenes del archipiélago, ni siquiera tienen certeza del número de personas que integran dicha tribu, pues en los censos que se han realizado hasta ahora nunca se ha podido acceder a su territorio.

En 2011, luego de la tragedia por el terremoto y tsunami que afectó la región y mató a más de 250 mil personas en las costas del sureste de Asia, un helicóptero de la Guardia Costera india sobrevoló la isla para cerciorarse de su situación, pero, increíblemente, fue ahuyentado a punta de flechazos.

De aquel suceso queda como prueba una fotografía en la que un sentinelés apunta su arco hacia la aeronave.

Otro caso que muestra la determinación de esta etnia para evitar el contacto con el exterior a toda costa fue el de dos pescadores ilegales que, aparentemente borrachos, llegaron a esas costas y fueron asesinados en 2006, de acuerdo con la ONG Survival International.

La población aborigen en las islas Andamán asciende a 28.077 individuos, según datos de la Comisión Nacional para las Tribus (NCST).

Las islas Andamán y Nicobar, situadas a unos mil kilómetros del subcontinente indio, eran hasta la época colonial escasamente visitadas, por lo que las tribus pudieron mantener intacta su forma de vida.

En la actualidad, la mayoría de andamaneses reside en asentamientos habilitados por el gobierno indio, del que dependen para obtener comida y refugio, aunque todavía quedan tribus que viven aisladas y basan su subsistencia en la recolección y la caza.