Si bien el bótox es uno de los recursos más usados para eliminar arrugas y signos de envejecimiento en la piel; gracias a sus propiedades, también se puede aplicar para mejorar la apariencia del cabello maltratado por la exposición al sol, contaminación, etc.
Una de las principales funciones del bótox capilar es rellenar el cabello dañado por agentes externos y, se puede aplicar de dos maneras, una de ellas es totalmente tópica y la otra, consiste en inyectar la toxina directamente en el cuero cabelludo. En ambas opciones, obtienes una cabellera mucho más brillante y saludable.
Este tratamiento se recomienda para cualquier tipo de cabello (aunque los resultados son diferentes en cada caso), pero, sobre todo, para aquellos que son quebradizos, resecos y con mucho frizz. También, en ocasiones, se recurre al bótox capilar en personas que sudan en exceso, lo que provoca que el pelo se vea sucio y fibroso.
Si tienes el pelo rizado, el bótox capilar les dará a tus chinos un aspecto totalmente definido sin que se vean ‘crespos’, además reduce el exceso de volumen. En el caso del pelo lacio, elimina la electricidad y lo hace mucho más sedoso.
Es importante mencionar que la duración del bótox capilar es de aproximadamente dos meses, por esta razón, necesitas aplicar retoques pasado este periodo para mantener tu cabello 100% saludable.
Recuerda que antes de aplicar cualquier tratamiento debes acudir con un especialista para que éste determine si es adecuado para ti y así, evitar complicaciones.
