El presidente Andrés Manuel López Obrador reenvió a la Cámara de Diputados la reforma educativa con correcciones, luego que legisladores y académicos alertaron que la propuesta del Ejecutivo federal entregada el 12 de diciembre atentaba contra la autonomía de las universidades al eliminar del artículo 3º la fracción VII.
En la propuesta original se suprimió la fracción VII en la que se precisa que “las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas.
Determinarán sus planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio”, lo que fue eliminado en la propuesta del presidente.
También se eliminó que las relaciones laborales, tanto del personal académico como del administrativo, se normarán por el apartado A del artículo 123 de la Constitución, en los términos y con las modalidades que establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un trabajo especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los fines de las instituciones.
En la corrección de la iniciativa presidencial se cambia la fracción VI para establecer que la educación estará apegada a los principios de ser universal, gratuita, laica, obligatoria, democrática, integral, equitativa y de excelencia y el criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios y se mantiene la fracción VII sin ningún cambio.