Mimética, multifonética, hermética…
Es la candidata de la coalición, ‘Sigamos Haciendo Historia’, a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Aseguro yo, que es mimética, porque se puede transformar como el camaleón, frente a cualquier grupo de personas para crear una imagen de similitud o semejanza con sus interlocutores.
La mímesis es la imitación del modo de hablar, gestos y ademanes de una persona.
Aseguro también que es multifonética porque, domina, como los actores de doblaje, diferentes tipos de voces.
Dependiendo del momento y del sector social al que se dirige.
Al menos tres estilos de exposición fonética le podemos descubrir a la candidata Sheimbaum en este lapso de campaña.
La fonética es una disciplina lingüística que se enfoca en el estudio de los sonidos del habla humana, tanto en su producción como en su percepción.
Se centra en entender cómo se generan los sonidos, cómo se transmiten y cómo son interpretados por el oyente.
Por ejemplo:
‘El gran potencial de la relocalización no es solo la inversión (…) sino que nuestros indicadores tienen que ver con el desarrollo del bienestar de las mexicanas y los mexicanos’. Expresó ante los empresarios de Nuevo León.
Obviamente, con una voz bien matizada, cuya sonoridad en recinto cerrado y con un auditorio de mediana capacidad, le representa un resultado óptimo.
Luego, usted la ha escuchado en entrevista directa dando respuesta a la temática que le plantean los periodistas en directo.
Tiene que lucir ágil, informada, inteligente.
Y usa su estilo académico.
Finalmente, el modelo AMLO MORENAZO, con el léxico, el ritmo, y el sonsonete dirigido a la perrada, para su comprensión.
Sugerencia de su equipo de gestión de imagen pública, que le aconsejó desde mucho antes de la selección de las corcholatas, hablar así, para ser la candidata presidencial.
Primero hubo de mimetizarse ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, para dejarle claro, que era la única de los seis, que se asemejaba al PEJEPRESIDENTE, pues aquel, necesitaba afianzar la continuidad de la 4T, con un candidato perfecto.
Hecho a imagen y semejanza de sí mismo.
Para mi gusto, éste último estilo, es el menos atractivo, pero los expertos dicen que es el que más votos va a jalar, pues va dirigido a la clase paupérrima y escalones abajo en los cinturones de miseria que tenemos en el país.
Finalmente, todos la hemos visto en los debates, con el rostro más seco que el de un jugador de poker.
¡hermética!
Si hubiese sido varón y vivido en 1815 en Francia, se habría llamado José Fouché.
José Fouché, una figura prominente durante la Revolución Francesa, el Imperio Napoleónico y la Restauración Borbónica, es conocido por su papel como fundador del espionaje moderno y por consolidar el Ministerio de Policía de Francia.
Su hermetismo, o tendencia a ser reservado y enigmático, se refleja en su habilidad para mantener secretos y su capacidad para navegar con astucia a través de las turbulentas aguas políticas de su tiempo.
Fouché fue un maestro en el arte de la intriga y el secreto.
Como Ministro de Policía, creó una vasta red de informantes y fue implacable en la persecución de cualquier tipo de subversión, real o imaginaria.
Su habilidad para mantener secretos y su disposición a cambiar de lealtades según conveniencia le permitieron sobrevivir a numerosos cambios de régimen.
Aunque su figura ha sido objeto de críticas y admiración, su legado como un hábil operador político y arquitecto del sistema de inteligencia francés es indiscutible.
Stefan Zweig, su biógrafo, señala un rasgo distintivo de Fouché: su aversión a vincularse plenamente e irrevocablemente a alguien o algo, lo que sin duda contribuyó a su imagen de hermetismo.
El hermetismo en el contexto de Fouché no debe confundirse con la filosofía hermética, que es un conjunto de enseñanzas esotéricas que abarcan temas como el mentalismo, la correspondencia entre lo material y lo espiritual, y la ley universal de causa y efecto.
Mientras que la filosofía hermética se ocupa de principios espirituales y metafísicos, el hermetismo de Fouché se relaciona más con su carácter cerrado y misterioso en el ámbito político y personal.
Y pienso, que detrás del rostro de Claudia Sheinbaum Pardo, se esconde un personaje muy parecido a éste.
Nomamespancho, ¿serán puras afiguraciones mías?
La historia apenas comienza.
CARTAPACIO
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