EL PARO DE LOS JUZGADOS FEDERALES

Columna CARTAPACIO Por Raúl Ruiz

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Andrés Manuel López Obrador, casi termina su gestión como presidente de México, y lo único que le falta para irse a “LA CHINGADA”, feliz y contento, es dejar patente su poder como estadista.

Tener el placer de decir… ¡me la pellizcaron!

Dejarle caer a los ‘conservadores’ el peso de su advertencia: VAMOS POR EL PLAN C, ¡y los destrozaremos en el Congreso, con una mayoría aplastante!

La Cámara de Diputados tiene pendiente la discusión del paquete de reformas constitucionales presentadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador en febrero, las cuales podrían retomarse a partir del 1 de septiembre cuando inicie la nueva legislatura del Congreso de la Unión.

Son dieciocho.

Y todo parece indicar que así será. No veo como se pueda detener.

La primera de ellas será la Reforma Judicial.

¿En qué consiste?

Una versión corta, sería…

La Reforma Judicial implica una renovación estructural para generar una justicia más ágil y eficiente, alineándose con los cambios sociales y culturales generados en los últimos años, y para cumplir los llamados de la sociedad mexicana de una justicia expedita.

Esta reforma, de ser aprobada, marcará un cambio significativo en la manera en que se elige y evalúa a las y los integrantes del Poder Judicial, con el objetivo de fortalecer la transparencia, la rendición de cuentas y la confianza pública en la justicia.

Sin embargo, hay una poderosa oposición política generada desde el interior del poder judicial federal que se ha manifestado en contra de la reforma.

Los que saben que está muy, pero muy difícil evitar una abrumadora mayoría que aplaste la intención volver a descarrilar el objetivo central de la reforma, aceptan que están contra la pared, pero aseguran que el capricho presidencial, causará un efecto TORNADO, contra el proyecto de gobierno de Claudia Sheinbaum.

Así es como lograron envalentonarse los jueces, magistrados y personal de oficina para convocar a un paro nacional en los juzgados federales.

Acción que pretende funcionar como medida de presión a los legisladores para que reculen en su propósito de reforma.

Además de causar el efecto remolino, reciben el apoyo de otras instancias amigas, como el Tribunal Superior de Justicia del estado de Chihuahua que dio a conocer su solidaridad con las causas del movimiento pacífico de jueces, magistrados y personal del poder judicial federal.

“Levantamos la voz contra la reforma judicial propuesta por el titular del ejecutivo federal”.

Declaró ante los medios en un posicionamiento en exclusiva, la magistrada presidente del tribunal, Myriam Hernández Acosta.

¿Cuánto va a durar el paro?

Los manifestantes dicen que dos semanas.

O sea, hasta el 3 de septiembre. Para esa fecha los diputados habrán votado la reforma.

APOYOS EXTRAORDINARIOS.

De último momento, ayer, el embajador norteamericano en nuestro país, a riesgo de ser calificado por el presidente como PERSONA NON GRATA, y ser devuelto los Estados Unidos con cajas destempladas, se destapa abiertamente contrario a la Reforma judicial y lanza una amenaza paralizadora, por si los diputados insisten en apoyar el ‘capricho’ presidencial de llevar a cabo la reforma, así como la tienen planteada.

El lunes les traeré los detalles. Y tal vez la reacción de la presidente electa, Claudia Sheinbaum.