Luego de la revolcada que recibieron los hijos de Claudio X González, en el Congreso, donde se aprobara la Reforma Judicial, y se afianzaran los andamios de la 4T, para despachar las 18 reformas que faltan de aprobar, el embajador estadounidense, Ken Salazar, articula agenda para visitar el Estado Grande de México.
Curiosamente, gobernado por los panistas, archienemigos de la 4T.
La visita de Ken Salazar a la frontera, se dijo, fue, “para avanzar” en temas de seguridad, economía, migración y educación en Ciudad Juárez.
Pero también para ofrecer el apoyo político y económico en la construcción del nuevo puente fronterizo que estará ubicado en Anapra, y que aparentemente comenzará a edificarse en 45 días, con una inversión de mil millones de dólares.
Se me hace muy ojona para ser paloma.
Está como el ofrecimiento presidencial de entregar el hospital de especialidades en Juárez para su arranque al 100, el día 30 de septiembre, y a una semana del término, apenas tienen el 10% de los especialistas contratados, y andan todavía remozando paredes.
Regresando al tema que nos ocupa, el embajador presentó al nuevo cónsul en Ciudad Juárez, Rafael Foley, y aseguró que se seguirá trabajando en contra el tráfico de armas hacia México y los criminales trasnacionales que mantienen el tráfico de personas.
Muy extraña visita, ¿no?, sobre todo que el embajador hizo parada técnica en Chihuahua capital, para entrevistarse con la gobernadora, María Eugenia Campos.
¿Qué habrá tras esta curiosa cortina de “coordinación” bilateral?
Voy por otro plato de pozole.
CARTAPACIO
Conectajuarez no se hace responsable de los puntos de opinión de los columnistas que participan en este medio de comunicación, es responsabilidad única de quien lo escribe, el autor sostiene cada uno de sus argumentos.