Hasta ahora se considera que sir Edmund Hillary fue el primero en alcanzar la cumbre en 1953, pero nunca se supo si el logro pertenecía “Sandy” Irvine y George Mallory, desaparecidos 29 años antes
Aunque el lugar exacto donde se produjo el hallazgo no ha sido revelado para evitar la llegada de “cazadores de trofeos”, en septiembre, en la amplia extensión del glaciar Rongbuk Central, bajo de la cara norte del Monte Everest, un equipo de documentales de National Geographic que incluía al fotógrafo y director Jimmy Chin, junto con los cineastas y escaladores Erich Roepke y Mark Fisher, encontró la bota. En su interior, descubrieron un pie, restos que reconocieron al instante como pertenecientes a Irvine, o Sandy, como se le conocía, que desapareció hace 100 años junto a Mallory.
“Levanté el calcetín”, dijo Chin, describiendo el momento, “y vi una etiqueta roja que lleva bordado el nombre ‘A.C. Irvine’”.
Chin dice que él y sus compañeros reconocieron la importancia del momento al unísono. “Literalmente, todos corríamos en círculos y saltando”, contó.
Los restos de Mallory ya habían sido localizados en 1999, mientras que el paradero de Irvine era desconocido. “Es la primera evidencia real de dónde terminó Sandy”, dice Chin sobre el descubrimiento.
Una de las primeras llamadas de Chin para compartir la noticia fue a la sobrina nieta de Irvine, Julie Summers, de 64 años, quien escribió una biografía de Irvine en 2001 y ha destacado sus contribuciones al montañismo durante años. Estaba agradecida por la noticia.
“Es un objeto que le pertenecía y tiene un trozo de él”, dijo sobre la bota. “Cuenta toda la historia sobre lo que probablemente sucedió”. Summers sospecha que los restos fueron arrastrados montaña abajo por avalanchas y aplastados por el glaciar en movimiento.
La bota fue hallada supuestamente en algún lugar del glaciar Rongbuk, emergiendo del hielo derretido. Fue un lugar fortuito: calcularon que el hielo se había derretido sólo una semana antes de su descubrimiento.
Según la National Geographic, las autoridades británicas están corroborando la identidad del pie mediante una muestra de ADN .