Durante los últimos 20 años, asistir a la sala de prensa del Dodger Stadium, era sinónimo de tener la oportunidad de ver de cerca al ídolo más grande del beisbol mexicano, Fernando Valenzuela. Esta postemporada no ha sido así.
Desde antes de la final del calendario regular, Valenzuela abandonó su labor como comentarista en español de los juegos de los Dodgers. Al inicio de los playoffs el equipo reportó que no estará el resto del año y reportes indicaron hace un par de semanas que el motivo tenía que ver con su salud.
Se le extraña mucho”, dijo María Hartman, que durante más de 30 años ha trabajado en la cocina del comedor de la sala de prensa. “Estamos rezándole a Dios para que pronto esté bien y nos pueda acompañar la próxima temporada. Todos los trabajadores del estadio lo queremos mucho”.
Pepe Íñiguez, compañero de crónica de Valenzuela desde su inicio en 2002, una de las personas más allegadas a él, lo extraña en silencio.
Tenemos que seguir adelante, el mundo sigue girando, el trabajo no para, y aunque lo extrañamos, tenemos que seguir trabajando y orando para que pronto pueda estar con nosotros de vuelta”, dijo Iñiguez.
La personalidad reservada de Fernando ha permeado en todo su entorno. Las personas más cercanas a él prefieren no hablar nada que tenga que ver con su estado de salud.
No me corresponde a mi hablar de eso”, explicó Íñiguez. “Cuando él o su familia necesiten comunicar algo, lo van a hacer, mientras tanto creo que todos debemos de tener mucho respeto hacia él y hacia su familia”, señaló el comentarista de la novena californiana.
Valenzuela no ha tenido un reemplazo durante las transmisiones, y Dodgers y millones de aficionados, esperan que en 2025 vuelva a ocupar la silla que hoy se encuentra vacía entre Íñiguez y José Mota, en el palco de transmisiones en español de Dodgers.