La gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, ordenó a la mayoría de las tropas de la Guardia Nacional desplegadas en la frontera del estado con México que se retiren, y rechazó la afirmación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que había una crisis migratoria.
La mayoría de los 118 efectivos de la Guardia Nacional desplegados en el estado serán retirados, dijo Lujan Grisham, una demócrata, en un comunicado el martes por la noche.
Las tropas habían sido desplegadas el año pasado por su predecesora republicana, Susana Martínez, a petición de Trump.
Unos pocos efectivos permanecerán para ayudar con las “necesidades humanitarias” de las comunidades cercanas a la frontera y de los migrantes vulnerables que llegan, dijo Grisham.
Apoyaremos a nuestros vecinos cuando la necesidad de ayuda sea grande y ofreceremos una mano cuando podamos a las personas vulnerables que llegan a nuestra frontera, pero Nuevo México no participará en la farsa del presidente para sembrar terror en la frontera a través de un mal uso de nuestras diligentes tropas de la Guardia Nacional”, dijo en un comunicado.