La dieta ‘fat flush’ promueve llevar un régimen alimenticio que ayude a desintoxicar el cuerpo, quemar grasa y hacer más rápido el metabolismo, para así perder peso.
Lo que ésta busca es reducir la retención de agua, consumir alimentos bajos en grasa, comer muy pocos carbohidratos… básicamente mantener una ingesta calórica reducida con el objetivo de lograr resultados.
Las 3 fases de la dieta ‘fat flush’:
- Desintoxicación
En esta fase se debe ingerir por dos semanas ocho vasos de jugo de arándano más una cantidad importante de agua para reducir la retención corporal de líquidos.
Se deben consumir de 1100 a 1200 calorías al día, y están prohibidos los lácteos, legumbres y carbohidratos.
Lo que sí se puede comer son proteínas magras, fruta (dos porciones al día) y verduras.
- Pérdida de Peso
Se incrementa la ingesta de calorías y lentamente se van incorporando carbohidratos y legumbres saludables (arroz integral y chicharos).
Lo que se recomienda es no mezclar frutas y verduras, carne y leche en una misma comida o colación. Y súper importante comer cada 3 horas.
- Mantenimiento
En esta última fase se trata de incorporar este plan y hacerlo un estilo de vida. Llevar a cabo una dieta alimenticia diaria que conste de 40% carbohidratos, 30% de proteínas y 30% de grasas.
En esta fase se añaden una cantidad limitada de lácteos y para seguir quemando grasa se debe hacer ejercicio. Las primeras dos semanas se vale hacer caminatas pero después es mejor elegir un entrenamiento con pesas con el fin de tonificar el cuerpo.
Muchas personas han optado por seguir este régimen al ver rápidamente resultados, y es que dicen que al comer de esta manera sienten más energía durante el día y suelen dormir mejor. Si tú tienes en mente probar plan similar, lo mejor es asistir con un especialista para seguir una disciplina alimenticia especial para ti y así saber qué régimen es el adecuado para tu organismo, recuerda que lo más importante es mantener una dieta equilibrada.
