El impasse electoral que se despliega frente a las elecciones del 2027, genera una serie de posibles escenarios en los que, algunos personajes colmilludos, estudian sus alcances y comienzan a juntar canicas para cuando llegue el momento apropiado, se puedan vender como equipos reciclados.
A estos grupos se les podría llamar “bloques bisagra”.
Comienzan por blanquear su pasado inmediato y el de sus allegados cercanos.
Hemos visto, que, en estos tiempos, menos que nunca, para ganar en la política, importa la honestidad, la honorabilidad, la decencia, la lealtad, ni guardar otros valores.
Por el contrario, entre más habilidades tengas para engañar, o exhibas comportamientos negativos que vayan en contra de la ética y la moral… mejor.
Si al engaño le pones una pizca de mentira y una cucharadita de falta de transparencia, irresponsabilidad, egoísmo, traición y corrupción, pero lo cubres con una brillante capa de hipocresía, tienes un producto vendible.
Mientras se van juntando estos personajes para conformarse como “grupo de influencia”, van dejando señales de que, aunque no tengan posibilidades reales de ganar, su apoyo puede inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Y luego sacarle jugo con el ganador.
Juntos o por separado se pueden dejar ver cómo actores clave en la negociación política.
Según el número de personas y el peso de cada uno, se podrán vender como “terceros estratégicos”, o “minorías negociadoras”
Dependerá mucho de su nivel de organización, el peso que puedan hacer notar en el reino de las percepciones, y del impacto que puedan generar en los medios.
Entre estos especímenes, podemos notar con más atención el trabuco que está hilvanando, César Duarte Jáquez, ex gobernador de Chihuahua, con todo y grillete electrónico atado al tobillo.
Por lo pronto tiene dos prospectos:
Pitufos con chaleco azul, capitaneado por la gobernadora, María Eugenia Campos, y…
A la del Bienestar. Encabezada por Ariadna Montiel, quién es fiel de la balanza en Morena.
Coyuntura en la decisión de la candidatura en el 27.
Porque si los dados se cargan a favor de Cruz Pérez Cuéllar, o eventualmente, a ella misma, este equipo ya tiene su “negociador”, con Duarte.
Contaría con un equipo de operadores y manipuladores especialistas.
Pero si, en el remoto caso que la candidatura beneficiara al grupo Tabasco, el trabajo de horadación se realizaría bajo el manto azul, pues Andrea Chávez es sin duda, acérrima enemiga de la gobernadora.
Por lo pronto, estas cándidas apariciones son maniobras maquiavélicas para dar a conocer su catálogo de mercenarios y armamento que portan.
Yo por lo pronto, atento a más señales, voy por mis palomitas.
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