Descubre algunos de los mejores tips para poderle quitar lo salado a tu comida, ya no tendrás que tirarla ni comenzar de nuevo.
Con que se puede quitar lo salado de la comida es una pregunta que, tarde o temprano, todos los que cocinan se hacen. Ya sea por un descuido o porque algún ingrediente tenía más sal de la esperada, un platillo salado siempre es algo desagradable aunque lo hayamos preparado nosotros.
Pero a pesar del intenso sabor salado, hay trucos y soluciones reales, usados y aprobados por cocineros caseros, amas de casa y profesionales, que ayudan a corregir este tipo de errores sin necesidad de empezar desde cero.
¿Cómo quitar lo salado a la comida?
Es muy común que cuando un platillo queda salado se entre en pánico, y lo anterior se debe a que se cree que no hay solución, se tiene que comenzar de nuevo y se tiene que tirar toda la comida que ya estaba preparada.
Pero hay formas prácticas y efectivas para equilibrar los sabores sin tener que tirar todo a la basura. Una de las estrategias más utilizadas es añadir ingredientes que absorban el exceso de sal.
Por ejemplo, la papa cruda pelada puede ser una gran aliada en platillos que tienen una base líquida, se deja dentro del caldo mientras se cocina unos minutos, y aunque no elimina la sal, ayuda a reducir su impacto al absorber parte del líquido, la retiras antes de servir y listo.
Otra opción súper efectiva y muy sencilla es incorporar líquidos que diluyan el platillo. En caldos, esto puede lograrse añadiendo más agua, leche, crema o caldo sin sal, según el tipo de líquido base que tenga la receta.
En guisos como pastas o legumbres, lo recomendable es enjuagar con agua caliente si ya están cocidos. Esto ayuda a quitar el exceso que está en la superficial. Luego se pueden combinarse con una nueva porción sin sal para equilibrar los sabores.
En el caso de carnes, si ya están cocinadas, puede intentarse trocearlas y mezclarlas con otros ingredientes sin sal como papas cocidas o vegetales salteados, estos ingredientes harán un balance más neutro y absorberán un poco de la sal.
Usar un poco de azúcar también puede ayudar a suavizar la percepción de lo salado, pero como tal no quita el exceso de sal. Agregar una pizca de azúcar o miel puede ayudar a redondear el sabor, especialmente en salsas, aderezos o guisos con perfiles dulces.
Te lo repetimos, estos tips no son mágicos, pero sí pueden rescatar una comida que parecía perdida y salvar el esfuerzo y el dinero invertido en la cocina.
Tips para no salar la comida
Es más fácil evitar salar la comida, que arreglar un platillo que tiene mucha sal, así que estos tips te ayudarán a que no cometes ese error.
No uses el tanteo: uno de los errores más comunes es agregar la sal al tanteo. Lo mejor es utilizar cucharitas medidoras, sobre todo si estás siguiendo una receta nueva o cocinando para varias personas.
Agrega sal en etapas: la sal da más potencia de sabor si se añade poco a poco. Empieza con una cantidad pequeña y ajusta al final, esto no solo te da control, sino que permite que los ingredientes absorban la sal de forma más uniforme.
Toma en cuenta la sal de los ingredientes: algunos productos ya traen sodio incorporado, como caldos en polvo, quesos curados, jamones, aceitunas o salsas embotelladas. Si usas estos ingredientes, reduce la cantidad de sal que vas a poner.
Prueba: tu paladar es la mejor herramienta que tienes para saber si le falta o sobra sal, probar mientras avanzas en la receta te permite saber si vas por buen camino y corregir a tiempo.
Usa sal de grano: la sal fina se disuelve rápido y puede hacer que pongas más sin darte cuenta. En cambio, la sal de grano se dosifican mejor y puedes notar más fácilmente cuánto estás usando.
Usa hierbas y especias: los ingredientes aromáticos como ajo, cebolla, pimienta, laurel, orégano o comino aportan sabor sin necesidad de añadir más sal. Si sazonas bien con estos ingredientes, es más fácil mantener bajo el nivel de sal en tu receta.
Ahora ya sabes como quitar lo salado de la comida, aunque es muy sencillo hacerlo, es mucho más fácil evitarlo.