Un grupo de exembajadores de Estados Unidos en México, que se han desempeñado como enviados de gobiernos republicanos y demócratas, exhortaron al presidente Donald Trump a tratar el comercio y la migración como asuntos por separado, de acuerdo con un artículo redactado por los diplomáticos.
El texto, firmado por seis exembajadores en México que cubrieron presidencias desde George H.W Bush, a fines de la década de 1980, a Barack Obama, llega en momentos en que funcionarios mexicanos negocian en Washington para evitarque Trump cumpla con su promesa de aplicar aranceles a su vecino del sur desde el 10 de junio.
Instamos a estos líderes de alto nivel a que desvincule el comercio y la inmigración y encuentren la manera de abordar los problemas reales relacionados con la migración centroamericana”, escribieron los diplomáticos, según una copia del artículo que será publicado el miércoles.
Frustrado por el volumen de migrantes que llegan a la frontera compartida de Estados Unidos con México, Trump dijo la semana pasada que impondría aranceles de 5 por ciento a las importaciones de productos mexicanos y que éstos irían en aumento hasta 25 por ciento este año si el Gobierno mexicano no hace más para frenar la migración irregular.
El anuncio ha generado críticas de funcionarios mexicanos, así como de grupos empresariales e industriales a ambos lados de la frontera que han advertido sobre el aumento de los costos para empresas y consumidores estadunidenses.
Los exembajadores que se unieron a coro, argumentando que el golpe económico dificultaría que México pueda reunir recursos necesarios para encarar la migración, invertir en Centroamérica y buscar otras prioridades compartidas.
Al forzar la relación binacional, los aranceles también podrían obstaculizar los esfuerzos para combatir el crimen transfronterizo, escribió el grupo.
El progreso será más difícil si se percibe que Estados Unidos perjudica los empleos mexicanos con aranceles”, señala el artículo.
El grupo también expresó preocupación sobre las dificultades que implicarían los aranceles para ratificar un acuerdo alcanzado el año pasado entre Estados Unidos, México y Canadá, o T-MEC. La administración de Trump está buscando la aprobación del pacto por parte del Congreso.
Las empresas y los consumidores estadunidenses pagarían un precio elevado, por no mencionar las posibles medidas de represalia de México, añadieron los diplomáticos.