La Procuraduría General de la República, a través de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), y el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), identificaron en la infraestructura del ciberespacio mexicano, un software malicioso de origen norcoreano denominado FALLCHILL, aplicación que probablemente sería un virus informático para la obtención de información y control de los equipos.
Ambos países detectaron que el software malicioso FALLCHILL se encontraba alojado en equipos de cómputo pertenecientes a una empresa privada de telecomunicaciones, ubicada en la Ciudad de México, por lo que se llevaron a cabo tareas con la finalidad de establecer las medidas de mitigación necesarias para la resolución de este incidente. La PGR explicó que se aisló a los servidores vulnerables de la red de Internet para evitar la propagación del software, a través del ciberespacio.