TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN

Columna DE NORTE A SUR por Abigail Angélica Correa Cisneros

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  • OMS estaba al tanto del manejo del virus en un laboratorio de Wuhan, ciudad donde comenzó la epidemia
  • En México hay siete casos confirmados y 37 sospechosos

El COVID-19, causante de más de cuatro mil muertes hasta hoy y a punto de provocar una recesión y desaceleración en varios países, podría ser un patógeno diseñado como arma biológica.

Un análisis escrito por el controversial doctor Joseph Mercola, defensor de la medicina alternativa, médico osteópata y empresario que comercializa suplementos dietéticos y dispositivos médicos, afirma que el coronavirus escapó de las instalaciones con nivel cuatro de bioseguridad de la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China, establecido específicamente para investigar el SARS, enfermedad respiratoria viral que se propagó en 2003 en Norteamérica, Suramérica, Europa y Asia, causante de más de ocho mil muertes.

Esto se basa en la sospecha de Francis Boyle, creador de la Ley Antiterrorista de Armas Biológicas de 1989, promulgada en 1989 por el presidente George H.W. Bush en Estados Unidos. En una reciente entrevista declaró que el virus es potencialmente letal y un agente de armas de guerra biológica de doble uso genéticamente modificado, razón por la cual el gobierno chino originalmente trató de ocultarlo y ahora está tomando medidas drásticas para contenerlo. Asimismo, afirmó que el laboratorio donde se originó es especialmente designado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por lo que el organismo siempre estuvo al tanto de lo que ocurría.

Lo anterior es claramente una teoría de la conspiración, como que el hombre no llegó a la luna el 20 de julio de 1969. Sin embargo, el 42 por ciento sigue pensando que las imágenes del alunizaje son un fraude. En lo que respecta al virus, que en México parece estar bajo control, cualquiera podría apoyar que fue creado como arma biológica.

La enfermedad parece atacar más a los adultos mayores. Para los expertos es desconcertante la falta de víctimas en la población infantil. Un artículo de la revista Foreign Policy Journal destaca que, con frecuencia el sistema inmunológico de los niños está menos desarrollado que el de los adultos, por lo que son más propensos a muchas enfermedades. No se descarta que se hayan presentado ya casos de niños con síntomas de coronavirus. SARS y MERS acaban de reportar un nuevo patrón similar de enfermedad benigna en la población infantil, la cual es más severa y mortal con la edad. Agregan en el

artículo que el SARS exhibió un promedio del 10 por ciento en la tasa de mortalidad, pero no se reportaron fallecimientos de niños, y solo murió el uno por ciento de los jóvenes menores de 24 años; mientras que, los adultos mayores de 50 años presentaron un riesgo del 65 por ciento de morir. Entonces, ¿Ser adulto constituye un factor de riesgo? Si esto es correcto ¿Qué es lo que protege a la población infantil?

El patógeno ya se esparció en 40 países, Canadá, Australia, Tailanda, Corea del Sur, Francia, Taiwán, Vietnam, Singapur, África y Arabia Saudita, entre los que se cuentan. Al primero de marzo de 2020, se reportaban más de 88 mil casos del COVID-19, casi 80 mil son en China.

Además de Boyle, se rastreó a otros autores que afirman que el virus salió del laboratorio de la ciudad china, los investigadores Botao Xiao y Lei Xiao, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan.

En una entrevista que circula en las redes, Francis Boyle asegura que es muy sospechoso, porque a su decir, cuando surgen enfermedades inexplicables, se dedica a monitorearlas para llegar a razones como saneamiento, pobreza y cuestiones naturales, que evidentemente no son el caso del coronavirus que podría ser una pandemia en los siguientes meses.

Destaca que del laboratorio donde supuestamente experimentaban con el COVID-19, también hubo filtraciones del SARS. “Básicamente, el SARS es una versión de coronavirus diseñado como arma biológica”.

Al igual que otros tipos de coronavirus, como el coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV) y el coronavirus del síndrome respiratorio agudo y severo (SARS-CoV), se sospecha que este nuevo tipo de coronavirus (denominado 2019-nCoV) puede transferirse entre humanos y animales, lo que significa que podría ser zoonótico, significa que los primeros pacientes se infectaron con este virus a través de una fuente animal.

En un inicio atribuyeron inmediatamente el brote a la sopa de murciélago y serpiente, al 22 de enero aún no se había confirmado que el virus proviniera de alguno de los animales a la venta en el mercado mayorista de mariscos de Wuhan. Pero los datos alarmantes sobre este brote han suscitado dudas sobre la seguridad en cuestión de riesgo biológico de los laboratorios que manipulan patógenos peligrosos.

Es mucha coincidencia que el primer laboratorio de virología de máxima seguridad, diseñado para investigar los patógenos más peligrosos del mundo se ubique en Wuhan, China, donde se registró el primer infectado de coronavirus. Pero también es inverosímil que se les haya fugado quién sabe cómo. El gobierno chino trató de ocultar la grave situación, hoy fuera de control, y por lo mismo cualquier teoría conspirativa puede ganar adeptos.

Científicamente esta versión fue descartada. Es decir, los hechos no encajan con la información proporcionada sobre las secuencias genéticas de los virus con los que se trabaja en el laboratorio de Wuhan, según los expertos, se necesitaría un transmisor intermedio donde este virus hubiese evolucionado significativamente. Eso sí, siempre y cuando se conocieran todas las secuencias con las que se trabajan en los laboratorios.

Sin embargo, se sabe que la OMS se involucra en investigaciones relacionadas con armas biológicas. Así mismo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Industria farmacéutica de Estados Unidos, se les ha relacionado con muchos brotes que parecen estar relacionados con virus diseñados.

Boyle considera que la pandemia del ébola en África occidental se originó en laboratorios estadounidenses, y se atreve a mencionar que incluso se hicieron pruebas con una vacuna que