¿Cómo maquillarte para disimular las arrugas de expresión? Es la pregunta del millón que resolvemos con 7 trucos para aplicar en tu rutina.
Pasar de una piel lisa, tonificada y uniforme a comenzar a ver ligeras arrugas de expresión te hace ser consciente de que has llegado a ese momento en el que tienes que variar la forma en que te maquillas. Y de paso, te llevas un bofetón repentino de madurez. Máxime cuando ya has pasado el umbral de las primeras marcas y te has metido de lleno en el terreno de las pieles maduras. Existen algunos trucos para que, a través del maquillaje, consigas disimular esas arrugas que tan poco te gustan. Puedes ponerlos en práctica desde hoy.
Humecta e hidrata la piel antes de maquillarla
La aparición de arrugas se ve potenciada cuando la piel está extremadamente seca. Si la piel sigue seca en el momento de maquillarte, los productos como la base o el corrector actuarán como un papel de calco y marcarán tus arrugas en primer plano. Para evitarlo, dale un extra de hidratación humectándola con una hidratante acuosa que a la vez tenga componentes oleicos que la nutran en profundidad o con una bruma facial. Si dispones de tiempo, deja unos minutos para que el producto repose y se asiente en la piel antes de comenzar a maquillar. Si no, retira el exceso con un pañuelo de papel.
No abuses de la base de maquillaje
No es cuestión de hacer ‘layering’ con tu base de maquillaje sino de aplicarlo en las zonas estratégicas del rostro que la necesitan. Para disimular las arrugas que pueden surgir en el contorno del labio o las patas de gallo, aplícalo primero en la mano y mézclalo con un sérum facial (una gota será suficiente). ¿Lo mejor? Extenderlo con una brocha de base de maquillaje y difuminarlas ligeramente con esta o con una esponja. Al cabo de las horas, es probable que el exceso de maquillaje (si es que aplicaste mucha cantidad), sea visible en los surcos. Elimínalo difuminándolo con la esponja humedecida, por ejemplo, con una bruma facial con ácido hialurónico.
Cómo aplicar el corrector
Para evitar el efecto máscara y añadir años a tu rostro por aplicar demasiada cantidad en los surcos, aplícalo en pequeños puntos en zonas estratégicas: un par de gotas en la ojera, bajo el ojo, sin llegar justo a la zona de la pestaña inferior, ni tocar patas de gallo. Un par de gotas en las arrugas del entrecejo y unas gotas que rodeen los labios para que el color se vea favorecido. No barras después el corrector con los dedos, extiéndelo mediante ligeros toques con la yema o una esponja humedecida.
Evita los polvos
Los polvos secan el rostro y lo que buscamos es que mantenga un aspecto saludable y ‘glow’. Aspecto que, además, mantendrá a raya la humedad de la piel para evitar que las arrugas se marquen demasiado pronto. Para ello, lo mejor es aplicar muy poca cantidad de polvos translúcidos con una brocha de pelo suelto en puntos en los que aparecen brillos por exceso de sebo, es decir: zona T. Sin abusar.
Cuida el contorno de los labios
Del mismo modo que has grabado en tu mente a fuego Valyrio que la piel del párpado es delicada y necesita cuidados especiales, haz lo mismo con el contorno del labio. No cuidarlo puede provocar, entre otras cosas, que la piel se cuartee y tu labial rojo favorito no te quede como quieres. Además, las arrugas del contorno no perdonan y envejecen el rostro muy fácilmente. No olvides de hidratar esta zona antes de maquillarla. Muchos contornos de ojos son igualmente válidos para el contorno labial.
Cómo usar el iluminador
Y cuando decimos luz, hablamos del iluminador que ahora nadie suelta, ni se atreve a perder del bolso. Tener arrugas no quiere decir que ya no puedas aplicarlo en tu rostro. Para ello, sortéalas. Es decir, resalta el hueso del pómulo aplicando un punto de producto y extiende con toquecitos por la zona. El exceso que haya quedado en los dedos, aplícalo en la punta de la nariz y arco de cupido. Será una cantidad tan ligera que creará un efecto de luz muy saludable en tu rostro. Evita aplicarlo en las patas de gallo (zona de la sien) y mejor si es en crema que en polvo.
Retira el exceso de producto de la zona de las arrugas
Al maquillarnos, especialmente en esos días en los que dedicamos un extra de tiempo en ello, solemos poner tanto énfasis que a veces nos pasamos con el producto y, al cabo de un rato, el exceso marca más si cabe las arrugas. Tranquila, retíralo con un tissue o con la esponja de maquillaje. Y vuelve a difuminar la zona con la misma, siempre humedecida.