Lamentan su partida por la que entregó su último esfuerzo en la primera fila de la batalla frente a esta pandemia; fue médico ejemplar: se puso la bata, la abotonó y nunca se la quitó
El gobernador Javier Corral, el exmandatario Francisco Barrio Terrazas y colaboradores cercanos al Dr. Jesús Enrique Grajeda Herrera, rindieron homenaje a quien fue secretario de Salud de Gobierno del Estado y falleciera la mañana de este domingo a causa del COVID-19.
El tributo se realizó en el contenido del programa Chihuahua Adelante, donde participaron además el subsecretario de Salud del Estado de Chihuahua, José Flores Montana; el rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Alberto Fierro y Juan Manuel Granillo Saláis, director del Departamento de Calidad y Enseñanza de la Secretaría de Salud.
El titular del Ejecutivo dirigió la conferencia virtual, para recordar la vida y obra de quien fuera además rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua y ocupara distintos cargos de relevancia en el sector público y privado.
“Se nos ha ido un personaje que entregó su vida a los chihuahuenses, que entregó su último esfuerzo en la primera fila de la batalla frente a esta pandemia, que tanto nos cuesta a todos en lo familiar, en lo personal, en lo colectivo y en lo social”, manifestó.
Reconoció del Dr. Grajeda su valor al jugar los riesgos que enfrenta todo el personal de Salud ante una pandemia de esta naturaleza y lo consideró como un ejemplo de honestidad, disciplina, de enormes valores, por ser un profesional en todos los sentidos y muy comprometido con la sociedad.
Al reiterar sus condolencias a su esposa, hijos, familiares, amigos y colaboradores por esta pérdida, Corral señaló que este deceso duele, “porque estamos resintiendo no solo la pérdida de un colaborador, sino de uno más de los que en el frente de esta batalla, cumplió su labor arriesgando su vida”.
El gobernador recordó algunas anécdotas que tuvo con Grajeda, como el viaje a Ciudad Juárez que le recomendó no realizar porque estaría en riesgo de contagiarse de COVID-19 y a lo que hizo caso omiso.
“Fue clara y contundente su postura, de que yo no debía viajar a Ciudad Juárez por el riesgo que se corría, el nivel de transmisión estaba en su mayor nivel y a toda velocidad, y me dejó claramente establecida la postura de que iba sin su conformidad, sin su acuerdo”.
Fue posterior a ese viaje, que el alcalde juarense Armando Cabada, con quien sostuvo una reunión, anunció que había salido positivo a una prueba, lo que dio la razón al galeno sobre el riesgo al que el mandatario se enfrentó al realizar dicho viaje.
El exgobernador Francisco Barrio Terrazas dijo que el Dr. Grajeda deja un gran legado a la comunidad entera, de quien expresó, fue un caballero de punta a punta, de sonrisa fácil y con gran sentido de sus principios éticos.
Narró que fue contemporáneo de Grajeda en la antigua Escuela Preparatoria de la UACH, donde aún sin iniciar su carrera profesional, ya portaba una bata blanca, “el hombre desde ese momento ya había abrazado la medicina, encontró su llamado, supo cuál era su vocación y se entregó a ella”, mencionó.
Al reflexionar sobre la muerte del secretario de Salud, refirió el video de un alcalde del estado de Nuevo León, quien decía que el semáforo indica las etapas de reactivación de las actividades, pero que cada persona trae su propio semáforo, de acuerdo con la situación de salud de cada una.
Es decir, añadió, si la persona tiene algún problema de salud, su semáforo personal es rojo, pero si hay alguien con 30 años, sin sobrepeso, ni en condición de vulnerabilidad, pero en casa vive con personas mayores o con situaciones de salud, entonces también está en rojo, por el riesgo que tiene de contagiar a sus seres queridos.
Juan Manuel Granillo Saláis, director del Departamento de Calidad y Enseñanza de la Secretaría de Salud, señaló que Grajeda en ningún momento quiso dejar de asistir a su oficina para atender sus responsabilidades, pues afirmaba que la labor en el sector Salud no se administra con “home office”.
“Hay que estar aquí resolviendo problemas y buscando áreas de oportunidad, para que le podamos responder a los ciudadanos y derechohabientes de esta institución”, externó.
Granillo Saláis compartió que el doctor Grajeda fue un gran hombre al que quizá no se supo valorar en su debido tiempo en algunos momentos, “de todas formas los que tuvimos el inmenso regalo y privilegio de trabajar a su lado nos sentimos agradecidos y obligados a rendirle un justo y merecido homenaje”, consideró.
El rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Alberto Fierro, manifestó que el Dr. Grajeda fue un hombre comprometido que siempre buscó lo mejor para la Universidad y para el Hospital Central, el cual dirigió por algunos años.
“Estuvo al frente de la batalla de la lucha contra el COVID-19, y desde que se puso la bata y se la abotonó, nunca se la quitó”, expuso.
El subsecretario de Salud, Jesús Flores Montana, quien ha sido uno de los más cercanos amigos y colaboradores del Dr. Grajeda, recordó parte de su vida profesional, desde la época de estudiante en la preparatoria de la UACH, su trabajo como residente y su crecimiento profesional que lo llevó a dirigir el Hospital Central, ser director de la Facultad de Medicina y rector, entre otros cargos que ocupó en la iniciativa privada.
Ambos presentaron exámenes de profesionalización y vivieron un tiempo en Saltillo, Coahuila para un internado de posgrado, trabajaron de la mano en la UACH y llegaron juntos a la Secretaría de Salud en la actual gestión del gobernador Javier Corral.
“Enfrentamos la pandemia, ambos caímos enfermos”, reveló Flores Montana. “Yo por fortuna estuve menos grave, ya estoy recuperado. La enfermedad fue muy cruel con él. Nos deja todo su legado, ese gran tesoro de sabiduría, capacidad y formación humanística”, finalizó.
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