LARA, GRACIOSA HUIDA

Columna: A TÍTULO PERSONAL

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Por Sergio Arturo Duarte Méndez

Conecta Juárez

Señal inequívoca y una muestra más que el futbol profesional de Primera División juarense (Cobras, CF Indios y ahora Bravos FC Juárez) es y ha sido históricamente visto como de rancho, ‘un úsese y tírese’, utilizado como un trampolín por directivos foráneos que encuentran un paraíso en esta ciudad para hacer y deshacer ante la complacencia de los propietarios de los clubes, Héctor Lara, quien fungió como director deportivo del FC Juárez, botó la chamba y abandonó el barco a inicios de semana, en pleno desarrollo del torneo, una auténtica burla.

De gris desempeño en esta frontera, Lara, responsable de las contrataciones de jugadores y del ‘armado’ del equipo que participa en el Guardianes 2021, llegó aquí en agosto anterior, cobró muy bien, encontró una mejor opción y se fue a Cruz Azul.

Persona de toda la confianza de Álvaro Dávila, Presidente Ejecutivo del cuadro cementero, Lara es ahora el Director de Operaciones de la ‘Máquina Celeste’, de acuerdo con reportes de medios nacionales.

Ambos directivos trabajaron juntos en los extintos Monarcas Morelia, donde bajo la presidencia de Dávila, Lara fue su segundo de a bordo y ocupó el cargo de Vicepresidente y Director Deportivo.

Igualmente formaron parte de las directivas de Atlas y Jaguares de Chiapas.

Tras la desaparición de la franquicia de Monarcas Morelia que se convirtió en Mazatlán FC, Lara recibió la oportunidad de parte de Guillermo Cantú, presidente ejecutivo de FC Juárez.

Con el arribo de Lara, paulatinamente, la oficina de Bravos se llenó de directores de área, fue tomada por personal de fuera y, con ello, la fuerza laboral local quedó relegada.

Sin más ni más, con el consentimiento del propio Cantú y en la cadena de responsabilidades, también de Alejandra de la Vega, presidenta del Consejo de Administración del equipo -quien ya vivió este tipo de situaciones en Cobras de Ciudad Juárez y ahora comete el mismo error-, Lara dejó a ambos con un palmo de narices.

Mientras la página Mediotiempo adelantó hace varios días el arribo de Lara a Cruz Azul, su salida se dio ante el mutis del departamento de prensa de Bravos, que en agosto del 2020 anunció con bombo y platillo la adición de Lara junto a la de José Antonio ‘Tato’ Noriega, éste último como asesor externo del equipo.

El silencioso adiós de Lara tiene una gran similitud con el del entonces vicepresidente deportivo Álvaro Navarro, quien simplemente desapareció del mapa y el club nunca emitió un comunicado oficial sobre su salida.

Dentro del trabajo desarrollado a nivel ‘pantalón largo’, las partidas del central chileno Bruno Romo, pareja de Víctor Velázquez en la zaga fronteriza en las dos últimas campañas y del lateral izquierdo uruguayo Maximiliano Olivera, así como de los mediocampistas Martín Rabuñal y Mauro ‘Rayo’ Fernández, recaen directamente en Lara.

Fue él y no en el técnico Luis Fernando Tena, quien decidió las bajas de jugadores y eligió los refuerzos para el presente torneo.

Los arribos de Andrés Iniestra, Ayron del Valle, Pol García, Luis Pávez y Matías García. movimientos que debilitaron a la plantilla de la escuadra local en comparación a la del torneo anterior, también son responsabilidad de Lara.

Por ahora en veremos y de acuerdo con Mediotiempo, Gabriel Saucedo, quien también labora en Bravos, es pretendido por Cruz Azul para ocuparse de la Dirección Deportiva del conjunto cementero.

La renuncia de Lara, quien se marchó sin pena ni gloria, abre la puerta aún más en divisiones inferiores al auxiliar técnico Enrique Echeverría.

Con un poder absoluto, Echeverría es amo y señor en los representativos menores de FC Juárez.

En resumen, el futbol local sigue siendo visto ‘chiquito y orejón’ desde el centro del país, más la culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre, como dice el refrán.

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