MUERTOS DE NADA

Columna: A TÍTULO PERSONAL

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Por Sergio Arturo Duarte Méndez

Conecta Juárez

Muertos, bien muertos en lo futbolístico, con una plantilla de escasa o nula calidad, carentes del más mínimo espíritu de lucha, de amor y orgullo propio, atrapados por sus limitaciones, por la falta de compromiso dentro la cancha y, en algunos casos, rehenes del desinterés, los jugadores de Bravos FC Juárez demostraron una vez más que la Liga MX les queda muy grande y que no sólo el primer equipo, sino el club u ‘organización’ en su conjunto (Primera División, Bravas y fuerzas inferiores) es un desastre y el hazmerreír del futbol mexicano.

Después de la goleada ante Puebla (4-0) en la fecha 6, el 12 del mes en curso, suponía haber visto lo peor del FC Juárez y que el equipo había tocado fondo, pero el tristísimo y deleznable espectáculo brindado el miércoles por la noche frente a Monterrey que le recetó seis pepinos con entrega a domicilio -que bien pudieron ser 10-, rebasó toda expectativa, superó la mediocridad, rayó entre la mezquindad y pusilanimidad para una caricatura de equipo que se dice profesional, pero dista mucho de serlo.

Con dos derrotas al hilo, la escuadra va irremediablemente a pique, se cae a pedazos y hoy por hoy es firme candidato a pagar los 120 millones de pesos de multa como último lugar de la tabla de cociente -donde ocupa el antepenúltimo sitio -, luego de la buena reacción de Atlas, su rival de este sábado.

Por ello, señores directivos (Guillermo Cantú y Alejandra de la Vega), no sería mala idea alistar y firmar el cheque de una buena vez.

Avasallados por ‘La Pandilla’ que trabajó a todo tren desde el arranque del partido y estrelló dos disparos en el travesaño en sólo un par de minutos de juego, los Bravos -mote al que tampoco le hacen honor- fueron exhibidos y evidenciados de una manera grotesca, los regios les dieron un baile como y cuando quisieron y dejaron constancia de las diferencias abismales entre un plantel y otro.

Incluso, se dieron el lujo de quitar el pie del acelerador en la recta final del primer tiempo y luego retomar el control del cotejo, sin mayor problema ni resistencia de parte de Bravos.

Disputados ocho encuentros en el torneo, lo exhibido en la cancha por el equipo de la ciudad no comulga -de hecho, contrasta- con los valores que distinguen al pueblo juarense que, con base en el trabajo duro, la constancia, tenacidad, perseverancia y voluntad de hierro, se ha sobrepuesto a situaciones tan difíciles como la grave crisis de inseguridad vivida entre 2008 y 2011, sólo por citar un ejemplo.

Palabras más, palabras menos, De la Vega Arizpe explicó en su momento a los medios de comunicación que el mote de Bravos obedece a esa resiliencia -capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse- de los juarenses y destacó la importancia que para los niños y jóvenes tienen los deportistas como ídolos y modelos aspiracionales a seguir.

Honestamente, dudo mucho que en estos momentos los pequeños y los grandes se identifiquen plenamente con los jugadores del FC Juárez, salvo alguna honrosa excepción.

Desde luego que las responsabilidades son compartidas y en el área de pantalón largo el principal es el presidente Cantú, (quien ayer por la mañana fue encarado y cuestionado por integrantes de la barra EK) y su equipo de colaboradores como Héctor Lara, quien desarmó a Bravos y ya no está más en el equipo luego que recibió una oferta de Cruz Azul y de su padre putativo en el futbol, Álvaro Dávila y aventó el trabajo.

En este tema de pantalón largo, tras bambalinas ha reaparecido la figura de Álvaro Navarro -visto en los duelos contra Chivas y Monterrey- y en el medio futbolístico local se afirma que su deseo es volver al conjunto fronterizo con o sin Cantú.

Respecto a la dirección técnica, Luis Fernando Tena equivocó la estrategia, pretendió jugarle al tú por tú a los Rayados con línea de cuatro defensas, pagó muy caro el precio y Javier ‘Vasco’ Aguirre le ganó la partida fácilmente.

Aunado a ello, Tena, a quien las ideas y argumentos futbolísticos se le han agotado, concedió muchas ventajas al alinear al paraguayo William Mendieta y a Marco Fabián juntos en el medio campo, con ello, Bravos entró a la cancha con nueve hombres.

Después del doloroso revés, encabezados por De la Vega Arizpe, presidenta del Consejo de Administración del conjunto, los directivos sostuvieron una reunión en el Estadio Olímpico Benito Juárez y la permanencia de Tena en el conjunto pende de un hilo.

En el balance a los integrantes del barco, tal vez el único que se salva es el delantero paraguayo Darío Lezcano, autor del solitario tanto de Ciudad Juárez y a quien le vendría muy bien un cambio de aires antes que lo consuma el paupérrimo juego colectivo de Bravos.

Por líneas, en la portería, un nervioso Enrique Palos recibió increíblemente una oportunidad más de parte del timonel después del oso del domingo anterior frente a Santos Laguna, en el que se comió un gol y ahora se llevó media docena de cuero.

Veteranos ambos, tanto Palos como Iván Vázquez ya vivieron sus mejores momentos, han cometido errores importantes y es hora que el joven Felipe López, tercer arquero, reciba la oportunidad para mostrarse, pero francamente dudo mucho que Tena, si es que se mantiene en el club, se atreva a tomar esta decisión.

En el cuadro bajo, la defensa central es una coladera y al paraguayo Víctor Velázquez se le olvidó jugar al futbol.

De un torneo a otro, de un sólido y confiable zaguero se ha convertido en un jugador que concede muchas libertades en la marca, al que fácilmente los rivales se lo llevan y en lo personal sufre un gran bajón en su juego.

El refuerzo español Pol García, su compañero en la central es un petardo y me trae a la mente nombres como los de ‘Betao’, Antonio Briseño y Miguel Morales que, aunque militaron en la Liga de Ascenso, en su momento mostraron más calidad que él.

Rebasados por el vendaval regio, los contenciones Jefferson Intriago y Joaquín Esquivel, seleccionado nacional Sub 23 no existieron, desaparecieron y Juárez sufrió enormidades también en esa zona del campo.

El lateral izquierdo chileno Luis Pávez, otra contratación de Lara que no es cosa del otro mundo no pudo y ese sector también fue una avenida para los Rayados.

Y hablemos del ‘refuerzo de lujo’ Marco Fabián, un veterano incapaz de ponerse la camiseta, de lanzar un grito para provocar una reacción en sus compañeros en los instantes más calientes del partido.

Lejos de ello, vive pertrechado en el conformismo, se refugia en el anonimato, no aporta nada al grupo y su alineación implica que Bravos juegue con un hombre menos.

De la Mora es un descarado mercenario del futbol que no desquita el sueldo mensual que supera el millón de pesos, pero se muestra muy activo en redes sociales, especialmente en el Tik Tok y, de acuerdo con versiones de personas cercanas al club, es el alma de la fiesta en las parrandas de Bravos.

Dado su pobre rendimiento y cero compromisos, sin resultados en esta ciudad, el jugador se ganó a pulso el rechazo y la reprobación del público que regresó a las gradas del ‘Coloso de El Chamizal’ y lo despidió con abucheos.

Ejecutar la rescisión de contrato de Fabián, la manzana de la discordia en el cuadro, -cueste lo que cueste-, sería una buena decisión en busca de rescatar al grupo, antes que éste se pierda totalmente.

Dados los malos resultados y las repetidas actuaciones para llorar del FC Juárez, vuelven a sonar fuerte los apellidos Romo, Fernández y Olivera, quienes sin ser unos cracks, contribuían más con su juego que los recién llegados, pero como dice el dicho nadie sabe el bien que tiene hasta que lo ve perdido.

Por lo ya visto hasta ahora en el Guardianes 2021, es hora que alguien en Bravos -si es que existe- tome determinaciones importantes, aunque material humano y plantilla para competir y evitar vergüenzas y humillaciones como la de mitad de semana, francamente no hay.

En resumen, el futuro luce tan negro como el presente, a menos que un milagro ocurra, que Dios ilumine a quienes tienen que asumir el mando y tomar la batuta -trabajo que Guillermo Cantú no ha hecho- y que haya una sacudida de fondo, de pies a cabeza para intentar salvar la nave, porque esto es inaceptable e insostenible para los aficionados al futbol de esta ciudad.