El costo de canasta alimentaria básica, la cual contempla productos considerados para despensa de un hogar, se encareció 2 por ciento durante marzo, con lo cual en el primer trimestre de 2021 acumula un incremento de 3 por ciento.
De acuerdo con el levantamiento de precios que mes a mes realiza Excélsior, para adquirir esta canasta básica se necesitaron gastar mil 750 pesos con 10 centavos el 28 de febrero pasado, cantidad que se elevó a mil 785 pesos con 90 centavos en un mes.
Durante el primer trimestre, los productos que más se han encarecido son la papa (82.2 por ciento), el limón (60.2 por ciento), el plátano (47.3 por ciento), el frijol (16.5 por ciento) y el pescado fresco (11.1 por ciento).
En estos mismos meses se han abaratado el jitomate (34.4 por ciento), la naranja (25.1 por ciento), la cebolla (24.1 por ciento), el chile cuaresmeño (24.1 por ciento) y la azúcar (13.4 por ciento).
Especialistas coinciden en que los incrementos de diferentes productos de consumo general fueron provocados por el rebote en los precios de las gasolinas y el diésel, el cual incide en el costo del transporte, la electricidad, el gas y otros insumos básicos de toda la cadena productiva.
Gabriel Casillas, economista en jefe del Grupo Financiero Banorte, destacó que las preocupaciones sobre la dinámica de inflación podrían aumentar ante las expectativas de corto plazo que se han revisado al alza: una dinámica adversa desde el inicio del año; volatilidad en los mercados que podría incrementar los riesgos ante la posibilidad de un traspaso de la depreciación del tipo de cambio a precios.
Lo anterior, en conjunto con un alza persistente en precios de energéticos y un menor espacio relativo de maniobra, dado que este entorno ha resultado en una relación de otros bancos centrales en economía emergentes.
Berenice Sánchez, madre de familia, destacó que el incremento de los alimentos básicos durante marzo sí ha sido resentido por su familia, ya que tanto ella como su esposo trabajan sólo media jornada por la pandemia.
Ella, como la mayoría de las familias, ha optado por cambias sus hábitos alimenticios: “antes comíamos carne seguido, pero ahora ya no se puede, ni el huevo está accesible”.
Asegura que esta Semana Santa será imposible cocinar pescado para su familia, como tradicionalmente lo hacía, dado que el kilo supera los 100 pesos.