LOERA DE LA ROSA, AL POZO

Columna: PERO QUÉ BARBARIDAD

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Por Normando Sagarnaga

El Peje Abandona a Loera

Corre mafia de corrupción en Aduana de Juárez que ordeñaba cantidades millonarias para financiar al candidato de Morena

CIUDAD JUAREZ. – El Presidente AMLO abandonó en definitiva al fracaso candidato de Morena en Chihuahua por la Gubernatura Juan Carlos Loera.

Su imprudencia y voracidad por el dinero fácil lo tienen en la picota política a dos semanas de las elecciones más importantes en Chihuahua, listo para ser sacrificado como escarmiento de la lucha 4T contra la corrupción.

La Dirección General de Aduanas ordenó este día una purga de funcionarios corruptos en la Aduana de Juárez que operaba al mando de Loera, encargados de proveerle cantidades millonarias que eran derrochadas en su campaña sin que subiera un solo punto en las preferencias electoreras.

La media docena de funcionarios en lista negra es encabezada por el Administrador Roberto Vera, pero la purga podría extenderse a personajes de la Aduana de Córdoba a Santa Teresa y Zaragoza.

La gota que derramó el vaso de la imprudencia fue la conversación de Loera con su inepto staff de campaña sobre la cantidad exagerada que derrochaba bajo autorización directa de Mario Delgado.

Las fuentes aseguran también que rencoroso como es, AMLO nunca le perdonó a Loera la traición de haberse aliado en corrupción con Javier Corral para buscar la Gubernatura.

La maniobra federal no es una simple limpia de Loeristas, sino una investigación en que podría salir raspado el Inspector de Policía Federal Omar Bolado, esposo de Bazán, supuesto encargado de cobrar las cuotas al contrabando en brechas y carreteras del Estado.

Fuentes internas dan por hecho que el nuevo Administrador será un Jefe Militar que buscaría erradicar la corrupción que sembró en la dependencia la anterior Administradora Norma Bazán, actual Jefa de Campaña de Loera que se encargaba de colectar el dinero desde la Aduana.

Loera habría sido notificado este martes de la brutal decisión que viene desde arriba durante la tensa visita a Chihuahua de Mario Delgado, dirigente nacional de Morena que no podía ocultar un rictus de desagrado.