Centrarse en este padecimiento fue acertado, pues cuando el riñón sufre un daño es irreversible. Además, cada año se suman 40 mil nuevos casos de esta enfermedad, de acuerdo a un comunicado.
“Una vez que se daña el riñón, aunque se cure la enfermedad que ocasiona el daño, ese decir, aunque se controle la presión arterial o la diabetes, el daño sigue avanzando y llega a producir fibrosis e insuficiencia renal crónica, lo que significa que deja de funcionar”,
MARTHA FRANCO GUEVARA, LÍDER DEL ESTUDIO
Los hallazgos
El equipo de investigadores mexicanos que está involucrado en este proyecto localiza y estudia las sustancias a través de la literatura científica . Tenerlas identificadas sirve para evitar que el riñón se siga dañando.
Sin embargo, más allá de esas sustancias, también la investigación en torno a los receptores del trifosfato de adenosina (ATP, por sus siglas en inglés) –molécula de energía con la que funcionan todas las células–, pues hasta ahora no se conocía la existencia de receptores renales que se alteraran con varias enfermedades, entre ellas la hipertensión arterial.
Para llegar a esos hallazgos utilizaron ratones, a los cuales se le indujo la hipertensión.
Antes de este estudio, no se había asociado que los receptores de ATP fueran nocivos en el riñón hipertenso.
Además, con estos resultados se podrían desarrollar tratamientos que prevengan el avance del daño renal. De acuerdo con Franco Guevara, “lo importante al tratar a pacientes con daño renal es evitar que lleguen a la diálisis”.