Ahora, por ejemplo, algunas zapatillas se asemejan a botas outdoor. Si bien ópticamente no son tan parecidas, lo son en cuanto a estilo, a la vez que son firmes y resistentes al agua.
Los modelos para estos tiempos duros están hechos con materiales ligeros pero que dejan una fuerte impresión por sus suelas. “Los zapatos se ven como si se pudiera cruzar los Alpes con ellos. Sin embargo, son muy cómodos y ligeros”, señala la analista de tendencias Karolina Landowski, del Instituto Alemán de la Moda en la ciudad de Colonia.
Para Landowski, esta tendencia “outdoor” se debe a la influencia sociocultural de la pandemia. “Uno tiene la sensación de que ahora todos tienen un coche camper, hacen senderismo y acampan”, dice. Claudia Schulz añade: “Algunos de estos modelos se ven como si uno estuviera por irse a hachar madera a Canadá”.
Por eso mismo, los hombres pueden combinar estos zapatos con pantalones cargo y camisas a cuadros. Karolina Landowski recomienda pantalones vaqueros de corte amplio o pantalones de jogging o chándal de buen algodón o lana, combinados con una confortable chaqueta o chaleco tejidos.
Por otro lado, la pandemia también impuso un look más informal, lo que se nota en las prendas de vestir y en los zapatos. En estos últimos, esto se ve en los materiales elastizados aplicados, a los que ya es casi imposible renunciar, de acuerdo con Schulz.
También el aspecto de los zapatos es cada vez más informal. “Se usan botas de gamuza pero también las llamadas “desert boots”, de suela crepe, de textura rugosa”, indica. Asimismo, siguen siendo requeridos los clásicos mocasines. “Ya sean de gamuza, para poder calzarlos cómodamente, o de un caro cuero de nobuk”, señala Landowski.
Vestidos maxi con zapatos de senderismo
Las suelas gruesas están también de moda entre las mujeres con las llamadas “hiking o utility boots” o botas de senderismo. “Pueden venir con cordones o cierre de velcro. A veces tienen incluso un pequeño bolsillo al costado”, dice Simone Reiner, redactora de la revista especializada alemana “Textilwirtschaft” (Economía textil).
Con este tipo de botas quedan muy bien los vestidos midi y maxi, ya que la idea es jugar con los contrastes. “En el mejor de los casos, el zapato desaparece debajo el vestido”, explica Reiner. Igualmente prácticas y de aspecto similar son las botas de goma, que vuelven a estar de moda en otoño.
Una alternativa a esto son las pantuflas para estar en casa similares a sandalias forradas con piel. “Estos zapatos tienen ahora una suela que los hace aptos para actividades outdoor”, afirma Reiner.
De hecho, las pantuflas y los zapatos para estar en casa dejaron hace tiempo de ser una prenda de las generaciones más viejas que había que esconder cuando llegaba visita.
Una de las causas detrás de esta tendencia es que las personas quieren cada vez más tener zapatos que puedan usar durante todo el día, es decir, desde la mañana, cuando comienzan con el trabajo desde casa, hasta la noche, cuando salen a comer en un restaurante.
Zapatos más claros
Además del negro, se usan mucho los tonos terrosos como el cognac, el whiskey y el camel, además del tono oliva verde-beige.
La experta en tendencias Karolina Landowski pronostica también una predilección cada vez mayor por el blanco, el beige y los llamados offwhites, tonos ligeramente grises o con un brillo amarillento, o colores crema claros. Y eso que “durante mucho tiempo los zapatos claros eran considerados invendibles”, añade.
La experta Schulz coincide: “Nunca hubo tantos zapatos claros y blancos”. Explica que esta tendencia se impuso sobre todo gracias al culto a los tenis blancos, incluso a pesar de que los zapatos blancos son en principio complicados en otoño e invierno, cuando el clima es más lluvioso y puede haber más barro.
Pero de acuerdo con Simone Reiner, esto no es un problema: “No tiene que ser un blanco puro, sino que puede ser un gris un poco lavado con un toque de caqui”.