Cuando nos habíamos olvidado del tormento de la adolescencia, el estrés nos trae su versión adulta. Esos inoportunos granitos que aparecen en rostro, escote y espalda tienen que desaparecer. Te decimos cómo.
Sabías que el 90% de las mujeres sufren acné alguna vez en su vida? Eso no es todo, porque “el número de adultos afectados se estima ya en un cuarto de la población”, cifra que “no para de crecer”, según el creador de la marca cosmética Skeen, Pedro García. El acné, ese del que tanto oímos hablar, tiene un mecanismo tan sencillo como persistente: “Una secreción excesiva de las glándulas sebáceas que, junto a las células muertas de la piel, forma un cóctel explosivo que obstruye los poros. Debajo de ellos se instala una bacteria que los infecta, y provoca enrojecimiento, inflamación y dolor”, afirma Sandra Burgos, directora de formación de Clinique. Tradicionalmente, el acné era ‘patrimonio’ de los adolescentes, pero ya no tienen la exclusiva. “El juvenil aparece entre los 11 y los 25 años, está relacionado con los cambios hormonales y se concentra en la zona T (frente, nariz y barbilla)”, explica Hemely Varela, directora de formación de Darphin. “En la inflamación adulta (30-45 años) la causa son los desequilibrios que provoca el estrés, empeorados por el tabaco o el uso de cosméticos inadecuados. Suelen ser lesiones más pequeñas pero más profundas, y aparecen en zonas menos grasas como la parte inferior del rostro, el cuello o la espalda” concluye.
Cuidados desde el neceser
Lo ideal sería aprender a relajarse, dejar de fumar y llevar una dieta equilibrada (desterrando mitos como que el chocolate provoca granos). Afortunadamente, y mientras nos mentalizamos, podemos hacer de la cosmética específica para acné adulto nuestra aliada. En vista del aumento de casos, los laboratorios se han puesto a trabajar y el resultado son fórmulas matificantes y seborreguladoras que mantienen la hidratación y desobstruyen los poros gracias a la exfoliación química. Eso sí, no se recomienda frotar la piel al aplicar estos preparados para no extenderlo. La textura de tu hidratante es mejor que sea ligera, poco untuosa, para no añadir grasa. La suavidad es la clave. Otra recomendación de los expertos es extremar la limpieza de la piel con complejos sin jabón antes de hidratar, evitando el agua demasiado caliente y sin manipular los granitos porque costará muchísimo más deshacerse de ellos. De una a tres veces por semana puedes hacer una retirada de células muertas más profunda con un exfoliante específico y completar la rutina con una mascarilla secante semanal que purifique y reduzca la contaminación bacteriana. En cuanto a cuello, escote y espalda, no salgas nunca sin un protector porque el sol aparentemente seca la piel, pero después deja al descubierto la grasa. Mientras persistan los granitos usa ropa holgada, de algodón.
Ayuda en cabina
Desde los centros Felicidad Carrera admiten que el 60% de los acnés adultos no responden bien a los tratamientos típicos del juvenil, pero sí a la luz pulsada y a la terapia fotodinámica. Ofrecen un protocolo que dirige impulsos de luz para neutralizar la inflamación, la secreción sebácea y aclarar las marcas en tres o cinco sesiones (desde 190 €/sesión). Otra opción es Dermalinfusion, de los centros Carmen Navarro. Se trata de un sistema profesional que succiona las impurezas mientras su cabezal de diamante exfolia e infusiona un activo antibacteriano y antibiótico (130 €/sesión).
Aliados en casa
Pacta con limpiadores suaves sin jabón, hidratantes matificantes y sprays calmantes para ganar la batalla al acné de adulto.
- Sérum corrector de Clinique, 54 €. 2. Stick calmante de Eucerin, 13 €. 3. Spray oxigenante corporal Isdin, 19 €. 4. Matificante de SVR, 16,24 €. 5. Gel sin jabón de Avène, 20 €. 6. Reductor de granos de Kiehl’s, 29 €. 7. Agua micelar purificante de Bioderma, 6 €. 8. Limpiador con ácido salicílico de Clinique, 24 €. 9. Toallitas de Comodynes, 3,99 €. 10. Tónico de Origins, 22 €.
