El receptor tenía muerte cerebral, lo que significa que ya se encontraba recibiendo soporte vital artificial y sin perspectivas de recuperarse.
El riñón provenía de un cerdo que había sido modificado genéticamente para evitar que el cuerpo del paciente reconociera el órgano como “extraño” y lo rechazara.
Los detalles sobre este procedimiento experimental aún no han sido publicados en una revista académica ni han sido revisados por otros científicos, pero hay planes para esto.
Los expertos dicen que es el experimento más avanzado en este campo hasta ahora.
Hasta ahora, se habían realizado pruebas similares en primates no humanos, pero no en personas.
Sin embargo, el uso de cerdos para trasplantes no es una idea nueva. Las válvulas cardíacas de cerdo ya se utilizan ampliamente en humanos.
Y sus órganos son adecuados para las personas en términos de tamaño.
Durante la operación de dos horas en el centro médico Langone Health de la Universidad de Nueva York, los cirujanos conectaron el riñón de cerdo donante a los vasos sanguíneos del receptor con muerte cerebral para ver si funcionaría normalmente una vez conectado o si sería rechazado.
Durante los siguientes dos días y medio, los médicos hicieron un seguimiento constante del riñón y realizaron numerosos controles y pruebas.
“Observamos un riñón que básicamente funcionaba como un trasplante de riñón humano, que parecía ser compatible en la medida en que hacía todas las cosas que haría un riñón humano normal”, le dijo a la BBC el doctor Robert Montgomery, investigador principal del estudio.
“Funcionó normalmente y no pareció ser rechazado”, agregó.
Los cirujanos también trasplantaron un poco del timo del cerdo, junto con el riñón. Creen que este órgano podría ayudar a evitar que el cuerpo humano rechace el riñón a largo plazo al eliminar cualquier célula inmunitaria perdida que, de otro modo, podría combatir el tejido del cerdo.
Montgomery, que es receptor de un trasplante de corazón, dice que existe una necesidad urgente de encontrar más órganos para las personas en listas de espera, aunque reconoce que su trabajo es controvertido.
“El paradigma tradicional de que alguien tiene que morir para que otro viva nunca será suficiente [para satisfacer las necesidades de trasplantes]”, dijo.
“Ciertamente, entiendo la preocupación y lo que diría es que actualmente alrededor del 40% de los pacientes que esperan un trasplante mueren antes de recibirlo. Usamos cerdos como una fuente de alimento, usamos cerdos para usos medicinales, para válvulas, para medicamentos. Creo que no es tan diferente”.
Dijo que aún era una investigación preliminar y que se necesitaban más estudios, pero agregó: “Creo que nos da una confianza nueva en que estará bien trasladar esto a la clínica”.
La familia del receptor, que había querido ser donante de órganos, dio permiso para que la cirugía se realizara.
Entre la necesidad y la ética
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de órganos de cerdo modificados genéticamente para este tipo de investigación.
Montgomery cree que, dentro de una década, otros órganos de cerdo (corazones, pulmones e hígados) podrían administrarse a humanos que necesiten trasplantes.
“El trasplante de animal a humano ha sido algo que hemos estudiado durante décadas y es realmente interesante ver a este grupo dar ese paso adelante”, dijo la doctora Maryam Khosravi, una especialista en temas del riñón y en cuidados intensivos que trabaja para el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra (NHS, por sus siglas en inglés).
“Solo porque podemos no quiere decir que deberíamos hacerlo. Creo que la comunidad en general debe responder a estas preguntas”, agregó Khosravi, sobre los aspectos éticos de este procedimiento.
Por su parte, un portavoz del NHS Blood and Transplant, el ente encargado de los temas de trasplantes de órganos en Inglaterra, dijo que, por el momento, la compatibilidad con más donantes humanos sigue siendo la prioridad. “Todavía hay un camino por recorrer antes de que los trasplantes de este tipo se conviertan en una realidad cotidiana”.
“Si bien los investigadores y los médicos continúan haciendo todo lo posible para mejorar las perspectivas de los pacientes que requieren trasplantes, aún necesitamos que todos tomen la decisión sobre la donación de órganos y dejen saber a sus familias lo que quieren que suceda si la donación de órganos se convierte en una posibilidad”, concluyó.