México figura entre los diez países con la mayor carga de grasas trans producidas industrialmente a nivel mundial, y no ha adoptado políticas de eliminación que protejan la salud de la población, advirtió este martes la OMS.
En su tercer informe anual sobre el tema, la agencia de salud de Naciones Unidas lamentó que solo 40 naciones cuenten con medidas eficaces contra estas sustancias.
Las grasas trans son un compuesto artificial que se pueden encontrar en pasteles, galletas, bizcochos, alimentos envasados, aceites de cocina y productos para untar, y está relacionado con un mayor riesgo de ataques cardiacos y muerte por enfermedades relacionadas.
Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger a su gente de este ingrediente tóxico, y nunca ha sido más urgente”, comentó el jefe de la OMS, Tedros Adhanom, en un comunicado.
La OMS enfatizó que ninguna persona que vive en países de ingresos bajos está protegido contra las grasas trans.
El reloj avanza en nuestro llamado para lograr el objetivo global de eliminar las grasas trans producidas industrialmente para el 2023”, alertó Tedros.
Remarcó que diez de los quince países que se estima que tienen la mayor carga de grasas trans: Egipto, Irán, México, Azerbaiyán, Ecuador, Pakistán, República de Corea, Bután, Nepal y Australia, carecen de políticas actualizadas que permitan atajar los riesgos para la salud de sus respectivas poblaciones.
Países que hicieron la ‘tarea’
En 2021, los países que implementaron las mejores prácticas en la reducción de grasas trans son Brasil, Perú, Singapur, Turquía, Reino Unido y la Unión Europea, según el informe.
Desde mayo de 2020, Bangladesh, India, Paraguay, Filipinas y Ucrania también han aprobado políticas de eliminación de grasas trans de mejores prácticas, destacó la OMS.
También elogió el “progreso” en países de ingresos medios bajos como Bangladesh, India, Filipinas y Ucrania, que se han convertido en los primeros en aprobar políticas de eliminación de grasas trans en esta categoría.
Dar prioridad a la eliminación de grasas trans reducirá las muertes evitables por enfermedades cardíacas, y la reducción de las enfermedades cardiovasculares también hará que las personas sean más resistentes a las enfermedades infecciosas, incluido el COVID-19″, consideró Tom Frieden, presidente de la organización benéfica Resolve to Save Lives, citado en el informe.
La OMS propuso cinco recomendaciones generales para eliminar la producción de grasas trans:
Invertir en seguimiento y vigilancia
Abogar por regulaciones regionales o subregionales para expandir los beneficios de las políticas de grasas trans.
Aprovechar las políticas de mejores prácticas existentes que están siendo implementadas por varios países para acelerar el progreso en su región en la reformulación de productos alimenticios que contienen grasas trans y facilitar el comercio.
Brindar apoyo técnico para desarrollar capacidades regulatorias que alentarán el desarrollo, implementación y cumplimiento de políticas de mejores prácticas.
Además, lanzó un llamado a los fabricantes de alimentos para adoptar los compromisos que asumieron para eliminar estas sustancias de sus productos.