Hospital en Ucrania atiende bajo fuego

Un hospital de Ucrania atiende a sus enfermos bajo el miedo a los bombardeos

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En uno de los muchos hospitales de Ucrania se preparan ante un posible ataque directo. Desde que empezó la ofensiva militar rusa, en este hospital del oeste del país, no han dejado de oír las sirenas que les alertan para dirigirse al búnker, construido hacer más de 70 años. La agencia sanitaria de la ONU anuncia, por su parte, la entrega de otros 3,5 millones de dólares de su fondo para emergencias destinadas a la adquisición y entrega de suministros médicos urgentes.

Para los pacientes del hospital de Novovolynsk, en el oeste de Ucrania, las sirenas de advertencia de ataque aéreo se han convertido de repente en una realidad cotidiana, en medio de la ofensiva militar sobre el país.

Los pacientes deben trasladarse de unas modernas instalaciones en la superficie a un refugio antiaéreo subterráneo de la década de 1950, con una infraestructura rudimentaria con capacidad para 300 personas.

“En un día, las sirenas antiaéreas sonaron en cinco ocasiones distintas. Nuestros pacientes son en su mayoría ancianos y algunos van con muletas y tienen graves problemas de salud. No pueden seguir bajando al búnker”, cuenta Oleh Shypelyk, director del hospital.

El hospital está equipado con tres quirófanos. Un servicio de urgencias proporciona atención médica básica y seis equipos atienden a los heridos. Cada edificio del hospital está equipado con un generador para garantizar un suministro continuo de electricidad.

En caso de ataque

Los trabajadores sanitarios se están preparando para una serie de posibles escenarios en caso de que el hospital se convierta en objetivo de la ofensiva militar. “Las principales necesidades son generadores adicionales para garantizar el suministro de electricidad en la sala de pacientes con COVID-19 —que deben permanecer aislados— y en maternidad, ya que las mujeres necesitan dar a luz independientemente de si hay guerra o COVID-19”, explica Shypelyk.

“También necesitamos al menos dos generadores para el refugio, porque en caso de ser bombardeados, no podremos trasladar todo el equipamiento al refugio. Además, necesitamos equipo quirúrgico adicional. Si los hospitales van a ser bombardeados, debemos estar preparados para ello”.

“Hay que proteger a los trabajadores sanitarios para que sigan salvando vidas”, dice el doctor Jarno Habicht, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ucrania. “Del mismo modo, los centros de salud deben mantenerse a salvo para poder seguir estando operativos, de manera segura, y para ser accesibles para todos aquellos que puedan necesitar servicios médicos esenciales”.

Por otro lado, el suministro de oxígeno también se encuentra en una situación alarmante en el país. Los camiones no pueden transportar cargamentos de oxígeno desde las plantas a los hospitales de todo el país, incluida la capital, Kiev.

Nueva entrega de artículos sanitarios básicos

La agencia sanitaria está buscando activamente soluciones para incrementar dichos suministros, lo que seguramente significará la importación de oxígeno (líquido y bombonas) desde las redes regionales. Estos suministros necesitarán un tránsito seguro, incluso por un corredor logístico a través de Polonia. Además, trabaja arduamente para garantizar tanto el suministro de dispositivos médicos relacionados con el oxígeno, como el de tratamiento de traumatismos.

El director general de la agencia ha anunciado la entrega de otros 3,5 millones de dólares de su Fondo para Contingencias relacionadas con Emergencias que se destinarán a la adquisición y entrega de suministros médicos urgentes. Se estima que la ayuda humanitaria aumente tras una nueva evaluación de las necesidades. Esta asistencia complementa la atención en traumatología y suministros médicos que la agencia ya había distribuido entre los centros sanitarios.

“Seguiremos prestando atención y apoyo a las personas de toda Ucrania afectadas por esta ofensiva militar”, concluye el doctor Habicht. “Salud para todos, en cualquier circunstancia, subyace en el corazón de nuestra misión y mandato”.

Con información de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)