En una década, los avances han sido significativos. Mientras en 2010 la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) reconocía al 85% de la población bovina sudamericana como libre de fiebre aftosa (con o sin vacunación), esta proporción subió al 98,6% en 2020. La subregión busca alcanzar la erradicación para 2025.
“Los progresos hacia la erradicación de la aftosa en América del Sur son el resultado de las medidas de prevención, vigilancia y control tomadas por los países, entre ellas la vacunación antiaftosa del ganado, la detección temprana y el rápido control de los brotes”, consideró Ottorino Cosivi, Director del Centro Panamericana de Fiebre Aftosa (Panaftosa) de la Organización Panamericana de la Salud, con sede en Río de Janeiro, Brasil.
La gran mayoría de los países de América del Sur está libre de aftosa desde hace más de diez años. Los últimos focos reportados de la enfermedad ocurrieron en 2017 y 2018 en Colombia, y estuvieron presuntamente asociados a introducciones ilegales de animales en la frontera con Venezuela, país que, si bien no ha reportado nuevos casos desde 2013, todavía no ha sido declarado libre de aftosa ni ha descartado la existencia de transmisión viral en su población bovina. Colombia fue declarada nuevamente libre de aftosa con vacunación en el 2020.
“Poner punto final a la aftosa requiere fortalecer las acciones en los territorios que aún no están libres de la enfermedad y en las zonas fronterizas donde hay riesgo de transmisión”, remarcó Cosivi. “Para lograr la erradicación como región, es necesario también que los países libres que mantienen el uso de vacunas dejen progresivamente de utilizarlas”, agregó.
La semana pasada, durante la 49º reunión de la Comisión Sudamericana de Lucha contra la Fiebre Aftosa (COSALFA), representantes del sector público y privado de los 12 de América del Sur y Panamá, bajo el secretariado de la OPS/Panaftosa, discutieron los avances del Plan de Acción 2021-2025 del Programa Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa (PHEFA) y se comprometieron a seguir avanzando hacia la erradicación.
“El Ecuador trabaja con miras a los objetivos del PHEFA de ser un país libre sin vacunación. Asimismo, se suma al proyecto regional del Banco Regional de Antígenos para la Fiebre Aftosa que pondrá a disposición vacunas antiaftosa de manera inmediata en caso de emergencias”, dijo el ingeniero Patricio Almeida, Director Ejecutivo de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (AGROCALIDAD) de Ecuador, país anfitrión de la COSALFA de este ano. Ecuador dejó atrás los últimos brotes en 2011 y es reconocido como libre de la enfermedad desde 2015.
La Comisión Sudamericana de Lucha contra la Fiebre Aftosa aprobó tres resoluciones para mantener y fortalecer la cooperación a Venezuela; dar seguimiento para la constitución del Banco Regional de Antígenos para la Fiebre Aftosa (BANVACO) y; promover capacitaciones para que los países de la región estén preparados para eventuales emergencias por fiebre aftosa, todo con el apoyo de la OPS/Panaftosa.
A nivel global, la fiebre aftosa es endémica en la mayoría de los países de África y en gran parte del sudeste asiático. Norteamérica, Centroamérica y Caribe, así como Europa son libres de esta enfermedad.
En la reunión de la COSALFA también participaron representantes del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), de la Comunidad Andina (CAN) y del Comité Veterinario Permanente del Conosur (CVP), así como de la OMSA y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Panaftosa es el centro de la OPS que trabaja con los países de las Américas para erradicar la fiebre aftosa y contribuir a mejorar la actividad ganadera y aumentar la disponibilidad de productos de origen animal, como carne y leche, con fuerte impacto positivo en la salud humana. Panaftosa también brinda cooperación para prevenir y disminuir el riesgo de la transmisión de enfermedades de los animales a los humanos (zoonosis), así como de las que pueden ser transmitidas por alimentos.
Mientras que en la Salud Pública el concepto de erradicación se refiere a la reducción a cero de la incidencia de una infección a nivel global, causada por un agente específico y por lo tanto, no se requieren nuevas medidas de intervención (Dowdle, 1998), el Código Sanitario de los Animales Terrestres de la OMSA establece que la erradicación de una enfermedad en los animales es la eliminación de un agente patógeno desde un país o zona.
La eliminación del agente causal en un territorio geográfico dado permite que sean suspendidas las medidas sanitarias que condujeron a la eliminación de la infección y éstas sean reemplazadas por medidas que impidan la reintroducción y el restablecimiento de la transmisión.