Para la cantante Rosy Arango, ser mexicana es “un regalo divino, un honor” y le complace decir: “soy Rosa, soy mexicana y me siento orgullosa de mi historia, pues México está cimentado en tradición, guerreros, gente que lucha por sus sueños, que es noble y leal”. A partir de esta premisa, la intérprete y nombrada, por tercer año consecutivo por la Secretaría de Relaciones Exteriores, como Embajadora de la Música Mexicana en el mundo, reveló los detalles del concierto México de mis amores y su más reciente disco México Inmortal volumen 3, que ofrecerá hoy en el Lunario del Auditorio Nacional.
“Estoy muy emocionada y siempre diré que septiembre es como si fuera toda mi vida, porque yo lo vivo, así como el orgullo patrio, desde enero, todos los días. Me siento orgullosa y trato, porque creo que esa es mi labor, de reconectar con la mexicanidad a través de la música.
“Cuando me dieron la oportunidad de salir por primera vez con este proyecto de México Inmortal volumen 1, nunca imaginé llegar a tantos países con lo que más amo, la música mexicana. Por tercer año, me siento honrada y se refrenda el compromiso de seguir con esta labor. Tenemos que reconectar y hacer ver que nuestro superpoder es ser mexicanos y que la música mexicana es la más bonita en todo el mundo”, expresó Rosy Arango en entrevista con Excélsior.
La nacida en Hermosillo, Sonora, pero oaxaqueña de corazón como su familia cercana, destacó que esta reconexión también va dirigida a las nuevas generaciones, quienes están expuestas a múltiples géneros y una cantidad incontable de propuestas.
“No ha sido sencillo, es cierto. Están tan rodeados de cosas y no sólo los jóvenes, sino también los adultos contemporáneos. Creo que quienes le siguen siendo fieles a la música mexicana, son quienes la vivieron en la época bonita de la canción ranchera.
“Mi maestro Armando Manzanero me decía: ‘Mire m’ija, ni los boleros ni el romance se acabarán nunca, ¿sabe por qué? Porque cuando se enamoren van a venir a nosotros a escuchar canciones como No sé tú o Bésame mucho. Y también cuando se desenamoren van a ir a buscar a José Alfredo Jiménez o Cuco Sánchez y usted tiene que estar lista’.
“También decía que debíamos dar la oportunidad, como intérpretes, la voz a nuevos compositores para que la música mexicana no muriera”, señaló.
Arango explicó que respeta y disfruta el movimiento de la música de regional mexicano, pero que no es la misma que la música tradicional mexicana a la que ella pertenece.
“El regional mexicano, como sea, ha atrapado a nuevas generaciones y ha logrado que el público busque y vaya a la raíz. Entonces siempre llegan a José Alfredo, a la música mexicana en su origen.
“Con la pandemia sucedió que muchos jóvenes regresaron a casa. Veo a más mujeres usando huipiles y a hombres con guayaberas. Veo, de poco en poco, que la labor va dando resultado y los jóvenes regresarán a su raíz. No ha sido fácil, pero no hay que quitar el dedo del renglón”, acotó.
Rosy Arango agradeció que hoy, día en el que se conmemora la Independencia de México, sea una fecha en la que siempre trabaja y hoy no será la excepción. Es así que prepara una fiesta mexicana en el Lunario del Auditorio Nacional a la que llamó México de mis amores.
“Los recibiremos con un buen mezcalito, como se hace en Oaxaca, y voy a cantar con mariachi, con guitarras, y habrá anfitriones de estados de la República, con sus trajes tradicionales”, concluyó.
El dato
Rosy Arango estará acompañada por su mariachi de 12 elementos, y su ensamble de 5 músicos, esta noche en el Lunario del Auditorio Nacional. Los boletos van de 960 pesos a mil 560 pesos.
