COMALES ARDIENTES

Por Raúl Ruiz

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Hay cargos públicos que por donde quiera que te pares, se te achicharran los pies.

Como cuando una mujer te hace una pregunta y la respuesta que des, para el lado que te hagas, te jode.

Es estar caminando sobre comales ardientes.

Uno de esos cargos, es la Secretaría de Seguridad Pública, y otro, la Junta de Aguas.

En el primero, tienes que cumplir con la ciudadanía dándole seguridad y protección, pero muchas de las veces no hay modo de hacerlo, porque los polis tienen la presión de los malos, y tienen que voltear hacia otro lado, so pena de perder la vida.

En este rubro, el reconocimiento a dos fajadores.

Uno es sin duda el teniente coronel, Julián Leyzaola, quien barriera con los malandros en un trienio.

Le costó un atentado que lo dejó en silla de ruedas y poco a poco ha ido recuperándose, pero no totalmente.

Y otro, el actual secretario de seguridad pública, César Omar Muñoz, quien al frente de la corporación municipal, fue el único que dio la cara a los malandros aquel jueves negro que aterrorizó a la ciudad. Ni la Guardia Nacional, ni los estatales, ni el ejército.

A partir de entonces, es respetado y confiable.

Imposible terminar la violencia por completo, pero al menos tenemos el respaldo de alguien que no se arredra ante el peligro.

El otro comal ardiente es la presidencia de la JMAS.

El servicio de agua y saneamiento nunca es suficiente, siempre habrá quejas.

Por décadas ha sido un desastre el manejo de esta dependencia.

De ser la caja chica para financiar campañas políticas en tiempos del PRI, y luego gaveta de corrupción, se pretende deterger, higienizar y enderezar sus inmundicias.

Ponen a cargo a un hombre honesto, verdaderamente íntegro que ya lo quisiera Obrador para presumirlo.

Pero la gobernadora lo puso en los controles, para martirizarlo como al santo Lorenzo.

Sergio Nevarez, quien prefiere perder aprobación y renombre, que ceder un ápice en el cumplimiento real de su deber.

El clamor por el vital líquido es sonoro en: “Los Kilómetros”, La Altavista, y periferia que los acompaña, es una aflicción que no lo deja dormir.

A pesar que en el municipio de Juárez, funcionan 152 pozos del Bolsón del Hueco, y 19 del Bolsón de Conejos Médanos, aún falta dotación para esos puntos.

Y qué decir del insuficiente bacheo que siempre tiene rezagos.

Porque si usted no lo sabe, el bacheo no sólo corresponde al Municipio. Hay áreas que tiene que tapar la JMAS, y este año reporta, 27 mil metros lineales, pero a todas vistas, le falta cuatro veces más, rellenar y alisar los huecos que quedan de las reparaciones que hacen.

Lidiar contra la perrada sedienta.

Lidiar contra los empresarios huachicoleros que hacen tomas clandestinas.

Y lidiar contra los políticos gandallas como la diputada María Antonieta Pérez, quien no quería pagar un adeudo de 85 mil pesos, lo tienen bailando un zapateado sobre el comal caliente.

Nevarez podría, como sus antecesores, activar el uso político del agua, pero lo agobian sus principios.

Hará lo que todos los juarenses esperamos que se haga. Intentar reparar el deterioro institucional y erradicar la corrupción interna, el peso sindical.

Casi seguro que no logrará completar su propósito y saldrá muy golpeado por los “liderazgos populares” que más que ayudar al jodido, medran a su conveniencia.

Pronto lo tendré en Cartapacio.

Por Raúl Ruiz – CARTAPACIO

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