La Secretaria de Educación de Estados Unidos, Linda McMahon, explicó que “las universidades deben cumplir con todas las leyes federales antidiscriminatorias si van a recibir fondos federales”.
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que retirará 400 millones de dólares en subvenciones y contratos a la prestigiosa Universidad de Columbia, ubicada en Nueva York, acusándola de no haber tomado medidas suficientes para enfrentar casos de antisemitismo dentro de su campus.
La Secretaria de Educación de Estados Unidos, Linda McMahon, explicó en un comunicado la decisión tomada por el gobierno federal, destacando que “las universidades deben cumplir con todas las leyes federales antidiscriminatorias si van a recibir fondos federales. Durante demasiado tiempo, Columbia ha abandonado esa obligación con los estudiantes judíos que estudian en su campus”.
Este anuncio llegó apenas cinco días después de que agencias federales alertaran que podrían suspender contratos por valor de 51 millones de dólares con la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) por razones similares, además de revisar su elegibilidad para futuros apoyos federales, que superan los 5 mil millones de dólares.
La medida ocurre en medio de una fuerte presión política y social en Estados Unidos sobre cómo las universidades están abordando los conflictos relacionados con el antisemitismo, particularmente después del aumento de tensiones derivadas del conflicto entre Israel y Hamás desde octubre de 2023.
Columbia estuvo en el centro de protestas estudiantiles en Estados Unidos durante el conflicto. Manifestantes pro-palestinos tomaron brevemente edificios universitarios en abril, y más recientemente algunos estudiantes de Barnard College, afiliado a Columbia, ocuparon instalaciones para protestar por la expulsión de estudiantes acusados de interrumpir una clase relacionada con la historia israelí.
La universidad reconoció previamente la gravedad del problema mediante un grupo de trabajo interno, que informó que estudiantes judíos e israelíes en Columbia habían experimentado exclusión social, humillaciones en clases y abusos verbales durante las manifestaciones de la primavera pasada.
En respuesta al anuncio del gobierno, Columbia expresó en un comunicado que “toma seriamente sus obligaciones legales” y entiende la gravedad del anuncio. Además, afirmó estar “comprometida a combatir el antisemitismo y garantizar la seguridad y el bienestar de sus estudiantes, profesores y personal”. La universidad indicó que colaborará estrechamente con el gobierno para intentar recuperar los fondos retirados.
La medida, sin embargo, ha generado críticas desde varios sectores que temen una posible afectación a la libertad de expresión. Activistas y defensores de derechos civiles argumentan que la decisión podría suponer una censura implícita hacia posiciones críticas contra las acciones del gobierno israelí.
“No hay nada antisemita en criticar a Israel por sus acciones en Gaza o expresar solidaridad con los palestinos”, señalaron varios estudiantes involucrados en las protestas.
Estos grupos perciben la nueva estrategia disciplinaria de Columbia como un intento de apaciguar al gobierno mediante la restricción del discurso pro-palestino. La administración Trump también tiene bajo investigación a otras universidades importantes como la Universidad de California en Berkeley, la Universidad de Minnesota, la Universidad Northwestern y la Universidad Estatal de Portland, por acusaciones similares relacionadas con la falta de protección adecuada a estudiantes judíos.