La Embajada de México en Turquía se ha comunicado con las personas registradas en las zonas del desastre y no hay afectados hasta el momento
“Hasta el momento no tenemos reportes de connacionales afectados”, se confirmó esta mañana a través de la cuenta oficial de Twitter de la Embajada de México en Turquía.
La información se da a conocer minutos después los dos terremotos, uno de magnitud 7.8 que sacudió la madrugada de este lunes el sureste de Turquía y el norte de Siria, y otro nueve horas después, de 7.6 de intensidad que se registró en el centro de Turquía.
La embajada se ha comunicado con las personas registradas en las zonas del desastre”, precisa el mensaje de Twitter del consulado.
Subrayó que los “teléfonos de protección de la embajada, así como el del Consulado de México en Estambul” cuenta con personal que se encuentra al pendiente para brindar apoyo.
Los terremotos, seguidos con decenas de réplicas, han dejado más de 2,300 muertos, 7,400 heridos y un número aún por estimar de desaparecidos.
En sus redes sociales mantiene los números de los teléfonos de emergencia en Turquía.
Embajada (ubicada en Ankara)
Desde Turquía: 0533 956 3270
Desde México: 0090 533 956 3270
Consulado en Estambul
Desde Turquía: 0552 357 7715
Desde México: 0090 552 357 7715
La sede diplomática ha hecho saber y difundido en sus redes sociales que “en caso de requerir asistencia por el sismo ocurrido en la mañana del 6 de febrero en la provincia de Kahramanmaraş, favor de llamar al número de emergencias de la Embajada: 0 (533) 956 3270 y mantener comunicación a través de nuestras redes sociales”.
Conforme pasan las horas, en Turquía las historias empiezan a emerger. En un hospital del noroeste de Siria, Usama Abdelhamid, herido en el frente, no logra contener las lágrimas: el edificio donde vive con su familia se derrumbó en plena noche.
Este vecino del pueblo de Azmarin, fronterizo con Turquía, sobrevivió de milagro al violento terremoto que la madrugada del lunes.
Estábamos durmiendo cuando sentimos un fuerte temblor de tierra”, explica a AFP, vestido con una túnica oscura.
“Con mi mujer y mis hijos, corrimos hacia la puerta de nuestro apartamento del tercer piso. Cuando la abrimos, todo el edificio se desplomó”, dice, tras haber sido tratado en el hospital Al Rahma en la ciudad de Darkush, en la provincia de Idlib.