Detrás de la instalación de una empresa con la talla de Tesla, hay un enorme entramado de vicisitudes que no son fáciles de conseguir.
Los gaznápiros reducen su comentario a:
“Al presidente López Obrador no le quedó otra que aceptar las condiciones de Elon Musk para instalar su GIGA FACTORY en Nuevo León”.
El tema es de relevancia mundial, y para llegar al resultado final, hubieron de concurrir muchísimos factores, estudios técnicos, negociaciones entre equipos de especialistas del gobierno federal, gobierno del estado de Nuevo León y negociadores del empresario sudafricano Elon Musk.
¡Se instala giga Factory en México!
Se dio a conocer un día, y ya se armaba la tremolina.
– ¡Acá, señor presidente!
Levantaban la mano los veracruzanos, hidalguenses, jalisciense, queretanos, potosinos y hasta chihuahuenses.
Como si fuera cosa de hacer el juego del tin marín, para ver a quien le tocaba la suerte.
La inversión es de cinco mil millones de dólares para la construcción de una armadora de autos eléctricos.
No es para instalar una franquicia de hamburguesas.
Sólo para que se dé usted una idea, el cálculo de producción anual es de 1 millón de vehículos.
Y se espera que esté laborando en 9 meses.
Sin duda un gran logro del joven gobernador Samuel García, quien agradeció al sector industrial su estrecha colaboración para lograrlo.
“Hoy quiero decirles a todos ustedes muchas gracias, porque fue el sector industrial y el ecosistema económico de Nuevo León quien trajo a Tesla a esta tierra, gracias por ser ese ejemplo nacional, motor económico de México que nos da armas para ir a traer a las mejores empresas aquí a Nuevo León”.
Lo dijo ante la toma de protesta del nuevo presidente de CANACINTRA, Máximo Vedoya.
Pero, más agradecido con el presidente Andrés Manuel López Obrador, por el apoyo brindado al gobierno neoleonés, por las facilidades políticas para lograr el cierre de este negocio.
¿Cuáles fueron los factores decisivos para convencer a Musk?
Esencialmente, la proveeduría cercana. Y la mano de obra especializada.
Nuevo León es puntal en la industria mexicana y bastión nacional en los negocios.
Antenoche, en el programa PERIODISMO EN PLURAL que conduce la hermosa e inteligente Mirna González, preguntó:
¿Los juarenses tenemos proveeduría que ofrecer a Tesla, desde acá?
Y yo respondí que sí, pues tenemos técnicos habilidosos, competitivos, innovadores, pero a nuestra proveeduría le falta calidad.
No se confunda la calidad de nuestros insumos. Sino a la calidad del servicio de proveeduría.
Los proveedores batallan para armar administrativamente su empresa con las exigencias de la industria maquiladora.
Por eso, soportan que sus facturas sean pagadas con 90 y hasta cien días después de haber entregado su producto, o servicio.
De ahí que un día, el entonces presidente de CANACINTRA Juárez, haya propuesto una iniciativa de ley para la proveeduría.
Impulso que ha quedado corto, pero que es fundamental para el crecimiento económico de la frontera.
Y desde luego, para lustre nacional.
La instalación de la GIGA Factory de Elon Musk, es un parte aguas en el desarrollo económico de nuestro país.
Seguramente otras empresas de gran envergadura querrán instalarse en México, pero, ¿estaremos a nivel competitivo?
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