Régis Feitosa Mota, un padre brasileño de 53 años que perdió a tres de sus hijos a causa del cáncer, ha fallecido trágicamente debido a la misma enfermedad hereditaria que afecta a su familia. Mota padecía el síndrome de Li-Fraumeni, una condición genética que aumenta significativamente las posibilidades de desarrollar tumores cancerosos.
El síndrome de Li-Fraumeni se caracteriza por un riesgo de por vida del 70% para los hombres y del 90% para las mujeres de desarrollar cáncer. Las personas afectadas por este trastorno tienen la probabilidad de enfrentar múltiples episodios de cáncer a lo largo de sus vidas. Mota recibió el diagnóstico de cáncer en tres ocasiones entre 2016 y 2023.
“Descubrimos otra enfermedad más. Ya hemos tratado la leucemia linfocítica y el linfoma no Hodgkin, que ahora están estabilizados”. Agregó que si bien estaban bajo tratamiento, no estaban completamente curados. Mencionó que se le diagnosticó mieloma múltiple, una enfermedad que afecta incluso a los huesos”.
La semana pasada, Mota compartió en sus redes sociales que se encontraba en el hospital esperando un trasplante de médula ósea. Sin embargo, trágicamente, falleció el domingo en Ceará (Brasil), coincidiendo con el Día del Padre en el país sudamericano.
Rogério Feitosa Mota, hermano de Régis, expresó su pesar en redes sociales: “Nuestro guerrero fue al encuentro de sus hijos exactamente el día del padre. ¡Que Dios te lleve, hermano mío! Te queremos tanto”.
La esposa de Mota, Mariella Pompeu, compartió sus sentimientos en un emotivo mensaje: “Amigos, nunca imaginé hacer esta publicación. Nunca me preparé para este momento porque siempre estuve convencido de que Régis se recuperaría por completo. Es un dolor indescriptible. El terreno se ha abierto y no sé cómo sería la vida sin su cariño, compañía y amor absoluto”.
La familia había enfrentado previamente la trágica pérdida de tres hijos debido al cáncer. La hija menor, Beatriz, murió de leucemia en 2018 a los 10 años. El hijo Pedro falleció en 2020 a los 22 años debido a un tumor cerebral, y la hija Anna Carolina sucumbió en 2022 a los 25 años, también por un tumor cerebral, tras haber vencido previamente la leucemia.