En un hecho histórico, la derrama económica del Gobierno Federal supera los 1,023 millones de pesos anuales para que todas y todos los estudiantes de prepa o bachilleres inscritos en cualquier sistema público escolarizado continúen sus estudios
– “Me ha permitido estudiar y también ha sido un gran apoyo en casa con comida, ropa y zapatos”, dice Berenice de 15 años.
– La historia de Berenice y María es un relato de lucha y esperanza en la que la Beca Benito Juárez, que otorga el Gobierno Federal, se convierte en un respiro necesario en medio de sus necesidades.
En una fría mañana, Berenice Villalobos, una alumna del Bachilleres 21, espera su tarjeta del Banco del Bienestar en compañía de su madre María de Jesús Estrada.
Igual que Berenice, casi 117 mil jóvenes chihuahuenses reciben la Beca Universal para el Bienestar “Benito Juárez” de Educación Media Superior mediante depósito en su tarjeta.
De acuerdo al último reporte, este programa beneficia a 116 mil 941 jóvenes en el estado de Chihuahua; es decir, a la totalidad de estudiantes de prepa o bachilleres en el sistema de educación pública, con una derrama económica que supera los mil 23 millones de pesos anuales, algo nunca antes visto.
Como su nombre lo indica, esta beca se entrega a todas y todos los jóvenes que cursan la educación Media Superior, quienes reciben mil 750 pesos bimestrales durante los diez meses que dura el ciclo escolar, hasta por 30 meses, siempre y cuando las y los estudiantes continúen con inscripción escolar.
A sus 15 años, Berenice, comparte la emoción de recibir la que será su primera tarjeta bancaria. “Es súper práctica”, dice con una chispa en los ojos. Antes, enfrentaban obstáculos con citas y filas, pero ahora, la tarjeta simplifica todo.
Con un recurso mensual de 875 pesos, la beca se convierte en el salvavidas financiero que ha permitido a Berenice seguir su camino académico. “Me ha permitido estudiar y también ha sido un gran apoyo en casa con comida, ropa y zapatos”, explica, llevando consigo el peso emocional de la gratitud.
La emoción de Berenice es palpable cuando habla de la tarjeta. “Estoy súper emocionada. Nunca había tenido una tarjeta, y es muy emocionante tener esta libertad para hacer pagos”, exclama, revelando el alivio que esta beca representa para ella y su familia.
Para María de Jesús Estrada, el apoyo que recibe su hija representa una gran ayuda. Como madre soltera confiesa que no cuenta con una estabilidad laboral desde que tuvo que dejar su empleo para cuidar a su madre enferma.
La historia de María de Jesús y Berenice no es sólo un relato de agradecimiento; es un dramático recordatorio de cómo la Beca Benito Juárez ha sido el rayo de esperanza en medio de momentos difíciles. En un mundo lleno de desafíos, esta beca se convierte en un estímulo para que alumnos como Berenice puedan seguir estudiando.
