Hay reacciones por reunión entre Xóchitl y Calderón en España

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La candidata mencionó que al pueblo de México no se le puede olvidar la política de seguridad que puso la oposición en el 2006

“La fotografía en la que aparece la aspirante presidencial Xóchilt Gálvez Ruiz, con el expresidente, Felipe Calderón Hinojosa, en España, dice más que mil palabras, refleja la política hacia dónde va la guerra contra el narco en México, por eso están donde están en las encuestas”, dijo Claudia Sheinbaum Pardo.

En su visita a Culiacán, en la que sostuvo reuniones privadas con la estructura de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” y un encuentro con medios de comunicación, la aspirante presidencial, recordó que en el sexenio de Calderón Hinojosa se declaró la guerra contra el narco y se puso al frente de esta a un narco Genaro García Luna.

La candidata mencionó que al pueblo de México no se le puede olvidar la política de seguridad que puso la oposición en el 2006, mientras a la que ha impulsado la autollamada cuarta transformación que van por la construcción de la paz con el fortalecimiento de las instituciones.

Sheinbaum Pardo subrayó que a diferencia del presidente, Andrés López Obrador, que al término de su mandato se irá a vivir a Palenque y podrá pasearse por todo el país y recibir abrazos de afecto y reconocimiento, muchos expresidentes de la República se han tenido que esconder e irse del país.

La aspirante presidencial por la coalición MORENA-PT-Verde Ecologista afirmó que solo va a asistir a los tres debates programados, observó que no entiende por qué el Instituto Nacional Electoral, con tanto dinero y personal capacitado, no organiza el primero y recurre a una empresa privada.

Comentó que la próxima semana se va a presentar un recurso de impugnación, contra dicha empresa, vinculada a Lorenzo Córdova y su titular, están abiertamente vinculados a la oposición, lo que implica una orientación de tipo política.

Sobre este tema, el enlace Con Organizaciones Sociales de la campaña, Gerardo Fernández Noroña observó que no es correcto, ni decente, mucho menos que haya imparcialidad en el primer debate, cuando el árbitro que se desea imponer, se va a convertir en jugador de la oposición.