Ayer, domingo 7 de abril, los candidatos a la presidencia de México se enfrentaron en el primero, de tres debates que están programados hacia a las elecciones del próximo 2 de junio.
Los participantes en este debate:
Claudia Sheinbaum, de la alianza, juntos volveremos a hacer historia, MORENA, VERDE Y PT.
Xóchitl Gálvez, de la alianza opositora “Fuerza y Corazón por México”, PAN, PRI Y PRD.
Y, Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano.
El tema central del debate fue, “La sociedad que queremos”, que abarcó estos importantes tópicos:
Salud
Educación
Combate a la corrupción
Transparencia
No discriminación y grupos vulnerables
Violencia contra las mujeres.
El debate se llevó a cabo en las oficinas centrales del Instituto Nacional Electoral (INE), ubicadas en el sur de la Ciudad de México.
Los moderadores seleccionados para este evento fueron Denise Maerker y Manuel López San Martín. Quienes por cierto, rechazaron el pago de 150 mil pesos que siempre han recibido los moderadores.
Se encogió como formato del debate, el “Formato A”, que implicó responder las preguntas enviadas por ciudadanos mayores de 13 años a través de redes sociales y plataformas digitales.
Estas preguntas fueron seleccionadas de entre 24,000 recibidas, y los candidatos respondieron de manera general y abierta.
Se supone que el debate es una oportunidad para que los candidatos expongan sus propuestas y respondan a los cuestionamientos de la ciudadanía, y quizás podría tener un impacto en las preferencias electorales, aunque no define directamente al próximo presidente.
Pero, ¿Qué vi yo en el debate?
Un modelo interesante. Buen planteamiento de las preguntas, y la disposición de los bloques.
Sin embargo pudo haber sido más dinámico. Luego de una hora de programa se tornó cansado.
CLAUDIA SHEINBAUM con su clásico peinado de cola de caballo y saco semi formal, típico vestuario representativo de la medianía republicana.
Con mucha seguridad, puntual en sus participaciones. Propuestas sólidas y argumentos creíbles.
Nunca se enganchó con los señalamientos de Xóchitl o Máynez.
Ya se conocían sus propuestas, pues el modelo de nación de la 4 T, no se modifica. Poco qué comentar sobre ella.
XÓCHITL GÁLVEZ
Asombrosamente delgada, envuelta en elegante saco blanco.
Sin duda, la sorpresa de la noche.
De igual manera, su exposición. Se notó un buen trabajo de su equipo.
Tanto de imagen, como de investigación.
Mejoró mucho en su capacidad de dicción.
Su intento por enganchar a Sheinbaum para un pleito ante las cámaras, no fructificó.
Novedosa su idea de dotar a la población de una tarjeta a la que bautizó como, MI SALUD, pero carente de factibilidad.
JORGE ÁLVAREZ MÁYNEZ
Al centro, disfrutando el confort de no tener nada que perder.
En unas, le pegaba a Xóchitl y en otras a Claudia.
Pero coscorrones leves.
Mi conclusión:
Los números no se moverán, aunque Marko Cortés insista en que Xóchitl va ganando un punto por día.
¿Cuánto costó la organización del debate? Oficialmente… 10 millones de pesos.
Yo francamente. Lo dudo.
CARTAPACIO
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