Gershkovich, periodista del Wall Street Journal, fue arrestado el 29 de marzo de 2023 en la ciudad de Ekaterimburgo bajo acusaciones de espionaje.
Los fiscales rusos dijeron el jueves que habían enviado a los tribunales el caso del reportero estadunidense detenido, Evan Gershkovich, después de concluir que había estado recopilando información para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos sobre una fábrica de tanques rusa.
Gershkovich, de 32 años, fue arrestado el 29 de marzo de 2023 en la ciudad de Ekaterimburgo, en los Urales, acusado de espionaje que conlleva hasta 20 años de prisión después de que el FSB, la principal agencia sucesora de la KGB, dijera que lo había capturado tratando de obtener secretos militares.
Gershkovich y su empleador, The Wall Street Journal, han negado rotundamente los cargos y el periódico ha pedido repetidamente su liberación inmediata. La Casa Blanca calificó los cargos de “ridículos” y el presidente Joe Biden calificó la detención de “totalmente ilegal”.
La oficina del Fiscal General de Rusia dijo en un comunicado que había aprobado la acusación penal de Gershkovich y que su caso sería visto en un tribunal de Ekaterimburgo, donde fue arrestado originalmente. No dijo cuándo se escuchará el caso ni si el juicio se realizará a puerta cerrada, como es común en este tipo de casos.
“La investigación ha establecido y confirmado con pruebas documentales que Gershkovich, un periodista estadounidense del Wall Street Journal, siguiendo instrucciones de la CIA, recopiló información secreta en la región de Sverdlovsk en marzo de 2023 sobre las actividades de la planta de defensa NPK Uralvagonzavod JSC en la producción y reparación de equipo militar”, dijo el comunicado de los fiscales. “Gershkovich llevó a cabo acciones ilegales utilizando minuciosos métodos conspirativos”, añadió.
Los fiscales no publicaron ninguna prueba documental que respalde la acusación.
Gershkovich, el primer periodista estadunidense arrestado por cargos de espionaje en Rusia desde la Guerra Fría, se encuentra actualmente en prisión preventiva en Moscú y hasta ahora ha sido objeto de infructuosas conversaciones de intercambio de prisioneros entre Moscú y Washington.
La fábrica Uralvagonzavod, que ha sido sancionada por Occidente, tiene su sede en la ciudad de Nizhny Tagil, en la región rusa de Sverdlovsk y, según el Ministerio de Defensa ruso, desempeña un papel crucial en el suministro de tanques para la guerra de Moscú en Ucrania.
La fábrica, controlada por un conglomerado estatal controlado por uno de los aliados del presidente Vladimir Putin, ha hablado públicamente de producir tanques de batalla T-90M y de modernizar los tanques T-72B3M. El número de tanques que Rusia ha perdido en batalla en Ucrania es un secreto militar en Rusia, que dice que ha aumentado la producción de tanques.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres, dijo en febrero que Rusia había perdido más de 3.000 tanques —el equivalente a todo su inventario activo de antes de la guerra— pero tenía suficientes vehículos blindados de menor calidad almacenados para años de reemplazos.