Le compra toda una isla a su esposa para que tome el sol en bikini

0
58

Un magnate árabe compró una isla en Asia por la módica suma de 50 millones de dólares para que su esposa, Soudi Al Nadak, pueda disfrutar de la playa en bikini sin las restricciones culturales de Dubái.

En casos de hombres que resuelven, un millonario árabe demostró que puede cumplir con las necesidades de su esposa y sortear con las prohibiciones para las mujeres en Dubái, quienes deben vestir de cierta forma por razones religiosas y culturales.

Así, Jamal, un magnate árabe, decidió comprar una isla en Asia por la módica suma de 50 millones de dólares para que su esposa, Soudi Al Nadak, pueda disfrutar de la playa en bikini sin las restricciones culturales de ese país.

Soudi, una influencer con más de 336 mil seguidores en Instagram, compartió esta emocionante noticia en sus redes, explicando cómo su esposo millonario le regaló esta isla para que pudiera gozar de su libertad al sol.

En sus publicaciones, Soudi muestra su estilo de vida lleno de glamour: desde compras extravagantes y cenas exclusivas hasta tratamientos de belleza de ensueño, todo a cargo de su generoso esposo, quien se asegura de que siempre luzca deslumbrante.

En una publicación reciente que compartió con sus seguidores de Instagram, escribió:

“POV: Querías usar un bikini, así que tu esposo millonario te compró una isla… Era algo que estábamos buscando hacer desde hacía un tiempo como inversión y mi esposo quiere que me sienta segura en una playa, por eso compró una. Por razones de privacidad, no compartimos la ubicación exacta, pero está en Asia y costó 50 millones de dólares”, explicó la esposa.

Mientras disfruta de la buena vida, Soudi compartió que tiene una sola regla por la que vivir: “Estar siempre guapa”.

En otro video, Soudi reveló cómo su esposo la llevó en avión a Londres desde Dubái para un viaje de compras y pasó el día comprando en Harrods y voló en clase ejecutiva.

Ahora esta bella influencer puede presumir no solo de su lujoso estilo de vida, sino de su propia isla en donde ahora puede usar lo que ella desee sin que nadie la moleste o la juzgue y todo gracias a su esposo.