E n Córdoba recibieron la noticia con estupor. Andrés Fassi, presidente de Talleres, fue suspendido por dos años de toda actividad futbolística por el tribunal de Disciplina de la AFA, que publicó en la página oficial un extenso fallo de más de 30 páginas. La primera determinación de la T fue decidir que apelará el castigo ante el tribunal de Apelaciones de la propia AFA. Luego surgieron las muestras de desacuerdo: “Esto es claramente para mandar un mensaje; una enorme expresión de brutalidad”, afirmaron desde la Docta.
Los dos años de sanción para Fassi no registran antecedente cercano en el fútbol argentino. De todas maneras, el castigo no tendrá implicancias en el día a día del club cordobés. Lo que Fassi está inhabilitado para hacer es representar a la T ante los órganos de la AFA, como el comité ejecutivo o la asamblea -no estaba en ninguna de las dos entidades- ni tampoco firmar documentos o petitorios en su calidad de máxima autoridad del club. A la vez, la sanción le impide permanecer en las áreas de los estadios reservadas para directivos o integrantes de las delegaciones oficiales. Lo más probable es que Fassi consiga una platea o un palco para ver los partidos de su equipo en el estadio Mario Alberto Kempes. El problema lo tendrá cuando Talleres juegue de visitante. El vicepresidente de la institución mediterránea, Gustavo Justo Gatti, recibió idéntico castigo, pero con una menor duración: seis meses.
🚨 EXCLUSIVO: EL MOMENTO EN EL QUE FASSI ENCARÓ A MERLOS EN LA PUERTA DEL VESTUARIO Y LA PIÑA DEL ÁRBITRO 🚨
Así se dio el cruce entre el presidente de #Talleres y el juez, el pasado sábado en Mendoza, tras la derrota de la T en los penales ante #Boca. #CopaArgenitnaEnTyCSports pic.twitter.com/kvT59UeX4a
— TyC Sports (@TyCSports) September 9, 2024
“Pinche hijo de puta”
El veredicto del tribunal de Disciplina menciona, sobre el final, un apartado curioso relacionado con el informe de Andrés Merlos tras los incidentes en la zona de vestuarios del estadio Malvinas Argentinas (Mendoza), donde jugaron Boca y Talleres por la Copa Argentina. Según el árbitro, Fassi se dirigió a él con la frase “… pinche hijo de puta te tendría que matar…”. Para el tribunal, esa frase constituye un indicio de verosimilitud de todo lo que refiere Merlos. “Resulta llamativa la utilización de la palabra ‘pinche’ en la frase ofensiva, que es propia del vocabulario y uso en México, circunstancia que lleva a este tribunal a ratificar no sólo la verosimilitud de dicha frase expuesta en el informe por el árbitro, sino que su uso resulta propio de la condición argentino-mexicana del señor Fassi”.
Además de tener en cuenta y valorizar las declaraciones de los árbitros, el tribunal desmerece los argumentos esgrimidos por los dirigentes de Talleres. Y recuerda que hace dos años, con motivo de una circunstancia similar -críticas a Merlos después de un partido entre la T y Central Córdoba de Santiago del Estero- Fassi ni siquiera se presentó a declarar ni efectuó su descargo. En aquella ocasión. la suspensión fue de un mes.
La causa judicial en Mendoza
El día del partido en Mendoza, el ministerio público fiscal de la provincia cuyana recibió dos denuncias: una de Fassi y Gatti, los dirigentes cordobeses, por las agresiones de Merlos en zona mixta. La otra, del propio árbitro, contra los directivos, y por la supuesta invasión del vestuario arbitral e incluso una amenaza con arma de fuego por parte de custodios de Fassi. Todo está documentado en el veredicto del tribunal de Disciplina.
“Según lo manifestado por el árbitro habría observado un arma de fuego en la cintura de uno de los dirigentes, al momento de discutir por el resultado del encuentro se defiende con patadas e ingresa al vestuario”, dice el parte policial. Y continúa: “Los dirigentes manifiestan ser ellos los agredidos por el árbitro (…). Se hace constar que se procede a realizar una amplia búsqueda en el interior de los vestuarios del club Talleres de algún arma de fuego. Los resultados son completamente negativos”. Según el informe de los investigadores, “los dichos del señor Merlos con relación a la supuesta existencia de un arma han quedado desvirtuados de forma categórica”.
De todas maneras, la causa judicial sigue su curso en la provincia cuyana. Los dirigentes de Talleres prestaron declaración hace algunos días y continúa la etapa de instrucción. Incluso aportaron videos de la señal TyC Sports donde, según ellos, se ven las agresiones del cuerpo arbitral hacia los directivos, incluido Fassi. Y también entregaron la visión de un periodista de ESPN que fue testigo de los hechos en las entrañas del estadio. Merlos, por su parte, hizo su propia denuncia, como consta también en el relato del tribunal de Disciplina.
Más allá de la resolución del órgano afista, será vital para el futuro la decisión de la justicia mendocina. En Talleres entienden que en caso de dar por probada la agresión de Merlos a los dirigentes el castigo a Fassi anunciado este jueves debería modificarse o anularse. LA NACION intentó comunicarse con el presidente del tribunal, el escribano Fernando Mitjans, pero este no respondió. De todas maneras, los órganos deportivos suelen no prestarle demasiada atención a lo que diga la Justicia ordinaria. Es más, los estatutos de AFA, Conmebol y FIFA consagran la total independencia de sus órganos de gobierno. Y les prohíben a sus clubes acudir a los tribunales. La historia, está claro, continuará.
El antecedente de Roberto Sagra y San Martín de Tucumán
A mediados de 2020, San Martín de Tucumán se inmoló en contra de la decisión de la AFA de suspender el torneo de la entonces B Nacional (hoy Primera Nacional) y no convalidar los ascensos del Decano y de Atlanta, los equipos que marchaban al tope de la tabla de posiciones. Los tucumanos, luego de pelearse tanto con Tapia como con Pablo Toviggino (tesorero y mano derecha del presidente de la AFA) acudieron al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Finalmente, perdieron.
Pero Roberto Sagra, máximo dirigente del club de la Ciudadela, fue denunciado ante el tribunal de Disciplina de la AFA por manifestaciones injuriosas contra Tapia y Toviggino. El directivo tucumano se presentó ante las autoridades, pidió un pronto despacho de la situación y recibió un fallo favorable. Luego, la AFA hizo una presentación ante el tribunal de Ética, y pidió una multa económica y una prohibición para ejercer cargos en el fútbol. El caso no tuvo resolución.