Clásicas de terror para este Día de Muertos

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La industria cinematográfica tiene diversos filmes que desarrollan el terror y México no es la excepción, pues varios directores han sido galardonados con propuestas fílmicas de este mismo género

Uno de los géneros más atractivos del cine mexicano es el terror y aunque estaba fuertemente relacionado con personajes o seres anormales, en la actualidad es posible encontrar producciones que se enriquecen de temáticas diferentes.

Aunque su origen se remonta a 1938 con “La llorona”, una propuesta de Ramón Peón, la consagración del terror llega después de “El vampiro”, una película de 1957 dirigida por Fernando Méndez, según el blog CineAdictos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A finales de la década de 1960 los filmes adquirieron un aire diferente plasmando en las historias una faceta iluminada por lo desconocido y lo sobrenatural.

Para estas fechas recomendamos algunas películas mexicanas no pueden faltar al momento de hacer los preparativos para el Día de Muertos.

Clásicos imperdibles y dónde verlos

Todas las películas se pueden disfrutar desde Youtube y la última también está disponible en Claro Video y Apple TV.

Macario

Aunque no forma parte del género de terror suele verse mucho en esta época del año y se le considera un clásico después de que se proyectó por primera vez en el Festival Internacional de Cine de Cannes, lo que supuso un rotundo éxito que llevó al país nuevamente a la cima después del declive del Cine de Oro mexicano.

Su reconocimiento a nivel nacional e internacional permitió que el filme se posicionara como uno de los más significativos en la historia del cine.

Esta película ambientada en la época virreinal es protagonizada por Ignacio López Tarso quien interpreta a un campesino dedicado a la producción de leña. Al vivir de forma precaria desea comerse un guajolote completo sin tener que compartirlo con alguien más pero de pronto llegan tres personajes que serán clave para el resto de la historia.

El libro de piedra

Carlos Enrique Taboada dirigió esta película de terror sobrenatural en la que Marga López interpreta a Julia Septien, una institutriz encargada de cuidar a Silvia, hija de Eugenio Ruvalcaba, papel desarrollado por Joaquín Cordero.

Al tener comportamientos que resultan extraños para los padres, Julia fortalece su vínculo con la niña y ella le confiesa que tiene un amigo llamado “Hugo”. Aparentemente esa amistad le hace bien pero luego de mencionarlo constantemente señala que no es un niño normal, sino una estatua traída desde Viena.

Una noche cuenta la historia detrás de su amigo y aunque se muestran escépticos, pronto se dan cuenta de que sus poderes van más allá de lo que pensaban, pues comienzan a ver siluetas en las ventanas, varios objetos desaparecen y Silvia predice cosas o sabe algunas que nadie le ha dicho.

El escapulario

En 1968 Servando González dirigió esta película a partir de un guión escrito por Jorge Durán Chávez y Rafael García Travesi en la que se puede apreciar el cuidado de la iluminación, la fotografía y la ambientación, hecho que propicia una atmósfera fundamental para la narrativa.

Durante la Revolución Mexicana el sacerdote del pueblo es mandado a llamar por una mujer moribunda que quiere confesarle que posee un escapulario con el poder de proteger la vida de quien lo posea.

Impresionado por lo que acaba de escuchar, decide quedarse para saber más al respecto y la mujer comienza a narrarle diferentes historias en las que se salvan las personas que tienen el objeto, entre ellos, uno de sus hijos que iba a ser fusilado.

De acuerdo con una nota de Procine, el filme se considera innovador debido a que utilizó la corrección de color, incluye tomas subjetivas y elementos que permiten a los espectadores ver a través de los personajes.

El fantasma del convento

Esta película fue creada en 1934 y sigue vigente en la industria del cine por ser Fernando de Fuentes, quien también co escribió y editó el largometraje.

La historia sigue a tres amigos que viven acontecimientos sobrenaturales en un monasterio al que llegan luego de perderse durante un paseo por el campo. Ahí se encuentran con diferentes objetos misteriosos y monjes que más allá de darles tranquilidad, los perturban.

El santo contra los zombies

Después de involucrarse en un caso con la policía “El Santo” debe investigar el secuestro de un maestro voodoo por parte del antagonista, mismo que ha desenterrado cadáveres de criminales fallecidos para usarlos como ejército de muertos vivientes. Por medio de los golpes y su instinto de detective, se enfrenta a los enemigos pero es atormentado por el villano a través de una pantalla.

De acuerdo con la revista GQ, esta película marcó un punto clave por múltiples razones debido a que el enmascarado de plata obtuvo su primer papel principal y en esta misma cinta usó su tradicional capa.