El arranque del partido Acción Nacional, rumbo a las elecciones de 2027, es endeble.
El aplastante resultado contra sus candidatos en la elección pasada del 2 de junio de 2024, los dejó en los puros andrajos.
En Tabasco perdió el registro.
Quizás no se sienten tan mal frente al PT pues los petistas perdieron su registro en Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí.
Pero ese no es ningún consuelo.
Se supone que han quedado como segunda fuerza política en el país y deben entrar a la contienda con el espíritu en alto.
Buscando nuevas estrategias.
Sin embargo, todo indica que en el 27 volverán a perder escandalosamente.
¿Por qué?
Porque insisten en remendar la alianza transgénero con el PRI.
Por otro lado, sus liderazgos más fuertes, abandonan el barco como Damián Zepeda, que buscaba competir por la dirigencia, y se bajó de la contienda ante la negativa de que el proceso interno no se abriría a la ciudadanía.
En innumerables ocasiones he comentado que los pitufos no inteligen ni tantito.
No hay capacidad de análisis, carecen de cuadros pensantes, ni siquiera buscan asesoría profesional para elaborar estrategia prospectiva.
Compran baratija mediática, proyectos mercadotécnicos de segunda, y se aferran a un solo plan aunque vean anticipada su derrota.
Se abrió el proceso interno para escoger a su dirigente nacional.
Sólo dos alzaron la mano y son verdaderamente desconocidos.
Adriana Dávila y Jorge Romero, quienes en agosto hicieron pública su intención de buscar la dirigencia del PAN para el periodo 2024-2027.
Ambos exdiputados entregaron las firmas que solicitó la Comisión Organizadora Nacional de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional (CONECEN), mismas que tendrán que ser validadas para dar paso al siguiente paso del proceso interno.
Los aspirantes son:
ADRIANA DÁVILA
53 años, comunicadora, ex diputada, ex senadora. Originaria de Tlaxcala.
JORGE ROMERO
45 años, abogado, diputado federal. Originario de CDMX.
El próximo 10 de noviembre se hará oficial su registro y tendrán 45 días para hacer campaña.
Quizás para las fiestas navideñas se realice la votación y entrando el año los panuchones estrenarán nuevo dirigente.
En tanto, por chihuahuitas tierras, Daniela Álvarez, flamante dirigente del CDE, anda como Diógenes, con una lamparita, buscando cuadros de arrastre.
Difícil tarea, pues el ‘terremoto’ dejó puro cascajo azul.
Y sacar del escombro personal necrótico a competir, no les garantiza nada.
Según mis cálculos, no hay tiempo para emplazar un proyecto ganador.
A lo mucho, una pequeña remodelación al cascarón.
CARTAPACIO
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