Hace nueve años, una visita a la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez (UTCJ) ayudó a Rodolfo Valentino García Hernández terminar por decidir su futuro profesional.
Estaba a punto de concluir la preparatoria, deseaba comenzar a estudiar una carrera, y para ello necesitaba trabajar y así financiar sus estudios.
Al conocer los horarios que maneja la universidad, encontró que eran de lo más flexibles a diferencia de otras escuelas de nivel superior, lo cual le permitiría laborar por un sueldo con el que se ayudaría a pagar los estudios.
Y ahora, egresado de esta institución de la Ingeniería en Energías Renovables, se desempeña como jefe de producción en Biogás de Juárez, una importante empresa especializada en la extracción, quema y aprovechamiento del gas metano.
“En otras universidades se manejan unos horarios muy quebrados, entonces el horario (matutino o vespertino) de la UTCJ me dio la opción de seguir estudiando y trabajar para salir adelante”, dijo el ingeniero.
Ya casi cumple cuatro años en esa empresa, a la que recuerda llegó a solicitar empleo luego de mirar un anunció en el periódico, mediante el cual solicitaban ingenieros.
Ya en la entrevista de trabajo la persona que lo atendió, tras platicar con él y recibir su documentación que acreditaba sus estudios, le dijeron que gente tan preparada como él es la que necesitan en la empresa.
Lo que en esta institución, ‘La Casa de los Toros Bravos’ se tiene a maestros de buena calidad que siguen actualizándose, dado que la mayoría trabaja además en alguna empresa y en clase suelen compartir con los alumnos sus experiencias en el campo laboral.
“Eso les ayuda mucho porque siguen en la práctica, me tocó tener profesores que eran supervisores de mantenimiento en maquiladoras, que habían laborado en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que seguían su día a día junto con la escuela y aprende uno mucho de ellos en la práctica”, recordó.
Su experiencia laboral ha sido buena, llena de resultados positivos y también de muchos retos, pues considera que la carrera que estudió tiene mucho futuro y es de gran beneficio para ayudar al medio ambiente.
“Estamos trabajando con materia orgánica, con el ambiente, esto es un proyecto vivo que a diario nos enseña cosas nuevas, aquí la producción no está estandarizada, sino muy variada”, argumentó.
A los estudiantes que aún cursan su carrera los invita a hacer conciencia de todo lo que han logrado hasta estos momentos, y el sacrificio que ha representado.
Incluso que piensen en todas las personas que los han apoyado para estudiar y de ahí partan hacia enfrente con unas bases más sólidas de los valores de la familia, que aprovechen y nunca se rindan para salir adelante.
Por tanto, lo que el joven esperaba de esta ingeniería se ha ido concretando en todos los aspectos durante su trayectoria profesional.
“Uno tiene que estudiar lo que le gusta, lo que en verdad lo apasiona, yo sí le busqué por donde tenía que ser mi camino y me funcionó”, dijo.
Al concluir la entrevista, García Hernández mencionó que los egresados de la UTCJ tienen un cierto sello que los caracteriza: la pérdida del miedo.
